Roberta Marrero (Las Palmas de Gran Canarias, 1972) no ha superado la muerte de David Bowie y buena parte de sus pinturas y dibujos siguen bebiendo de la influencia de Ziggy Stardust, uno de los padres de la liberación sexual. En cierto modo, ella lucha como hizo el cantante por romper tabús y promover la aceptación del colectivo LGTB (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Personas Transgénero). Roberta, que nació niña en un cuerpo de niño, cuenta su trayectoria vital en el libro "El bebé verde" y ayer estuvo en Oviedo para presentarlo en el Museo Arqueológico.

- ¿Por qué eligió ese título?

-Porque nací verde.

- ¿Cómo?

-Mi madre y mi tía María siempre me dijeron que yo nací de color verde aunque no está demostrado científicamente ni existen fotos que lo certifiquen. Creo que tragué cosas del líquido amniótico y cogí ese tono. En fin, que me metieron en la incubadora y estuve regular. Eso marcó mi llegada a este mundo junto con otra particularidad. Y es que la gente dijo que yo era un niño y en realidad era niña. Así empieza mi libro. El bebé verde es el hilo conductor.

- ¿Cuándo se dio cuenta de quién era?

-Supongo que en el mismo momento que tú o que cualquiera. Cuando empecé a tener consciencia de mí misma, a pensarme y a sentirme, lo hice como una niña y luego en mi infancia entendí que había en mí una peculiaridad.

- ¿Cómo se llamaba antes?

-No lo voy a decir. El libro intenta tirar abajo muchos topicazos y mitos. Por ejemplo, el interrogatorio al que suelen someternos a los trans cuando nos conocen. Preguntarle a una persona transexual cómo se llamaba antes o si está operada es bastante grosero y de muy mal gusto. La imagen que los demás tienen de nosotros ha sido escrita por personas que no son transexuales, por lo que está distorsionada. Ahora nos toca reescribir nuestra realidad.

- ¿Cree que, al menos en España, la sociedad ha cambiado en los últimos años y es más abierta con su colectivo?

-Eso es un espejismo. En Madrid hay agresiones por diversofobia todos los días y muchas no llegan a denunciarse. Algo ha cambiado, pero falta mucho por mejorar. Es más, las mujeres transexuales también sufren misoginia. La sociedad y los medios de comunicación tratan mejor a los hombres transexuales que a las mujeres trans. Y ya no digo nada si añades otras circunstancias. Si yo fuera negra sufriría más discriminación. En Estados Unidos son asesinadas más que las blancas.

- Usted también pinta y dibuja, y suele usar iconos de la cultura popular. Es conocido su Franco con el rayo de Ziggy Stardust en la frente. ¿Qué quiere expresar?

-Uso esos iconos como excusa para hablar de otras cosas; amor, fugacidad de la vida, muerte... Ahora me sigo inspirando mucho en Bowie. Lo pasé fatal cuando murió y el día de su fallecimiento coincidió con la última vez que hablé con mi exmarido en buenos términos.

- ¿Ya le ha dedicado una pintura a Donald Trump?

-Sí. Un retrato con semen en la frente y la frase: Hagamos América Punk otra vez.