El pasado 22 de marzo se cumplieron 33 años de la muerte en accidente de tráfico de María del Carmen Suárez Fernández. El coche, en el que también viajaba su hija, Cristina Gallo, se salió de la carretera cuando circulaba a la altura de la localidad zamorana de Colinas de Trasmontes. La joven pasó un año hospitalizada, recuperándose de sus graves heridas. El padre de Cristina Gallo, que con el tiempo se convertiría en una reconocida periodista deportiva, con una larga carrera radiofónica -ligada principalmente a José María-, un libro editado y colaboradora del Consejo Superior de Deportes, se encargó de enviar el turismo al desguace y la familia se olvido del asunto, concentrando todas sus fuerzas en recuperarse de la tragedia. Hace cinco días, el 23 de marzo, como una broma macabra, al domicilio de la fallecida, que la familia aún mantiene en Oviedo, llegó el recibo de la viñeta de aquel vehículo.

Fue Cristina Gallo quien la recogió y al descubrir el contenido del sobre, según cuenta, se quedó desconcertada. "Aquello, y aquel día precisamente, me alteró, no entendía nada", afirma. Ahora, recompuesta de la sorpresa inicial, se pregunta "qué documentos están desempolvando para que ahora llegue esto, después de 33 años".

Este año los automóviles de más de 25 años de antigüedad, que antes estaban exentos, han comenzado a pagar la viñeta en Oviedo. El coche en el que murió Carmen Suárez, un Audi 80 LS con matrícula O-0986-V, fue comprado en 1980 y, si existiese, cumpliría este año 37. De hecho, en la notificación del cobro del impuesto aparece consignada una rebaja del 75 por ciento del tipo de beneficio fiscal por tratarse de un "vehículo histórico".

Además, con la remunicipalización del servicio de Recaudación del Ayuntamiento de Oviedo, en enero de este mismo año, el cobro de la viñeta, junto con el el impuesto de actividades económicas (IAE), y la parte ejecutiva ha sido traspasado al ente publico de Servicios Tributarios del Principado.

La periodista explica que, con el propósito de aclarar el error, llamó al número de teléfono que aparece en el recibo para que los ciudadanos realicen sus consultas y sus reclamaciones. "Me explicaron que era un problema de Tráfico y que desde el Ayuntamiento no habían mandado nada", refiere. Así que se acercó hasta la Delegación y explicó lo sucedido. Allí, el coche aparecía registrado, como si nadie lo hubiera dado de baja.

Cristina Gallo dio siempre por supuesto que su padre la había tramitado, aunque cuando se produjo el accidente ella tenía 19 años y en su año de convalecencia y duelo se desentendió por completo de esos asuntos. Dice que los funcionarios de Tráfico que la atendieron -"muy amablemente", subraya- le explicaron que, aunque ahora las empresas de desguace tramitan todo el papeleo, hace años no era así. Lo que no entiende es por qué llega ahora el recibo, después de 32 años sin que nadie reclamase la viñeta, y a nombre de su madre, muerta desde 1984. "En estos 33 años han tenido que darse cuenta de que estaba mal", comenta intrigada.

La muerte de Carmen Suárez en aquella carretera de Zamora, en el mismo tramo en el que unos años antes había fallecido la popular cantante Cecilia, también en un accidente, causó un gran impacto en Oviedo. Tenía solo 48 años y era la esposa de un conocido industrial, Jesús Gallo López, propietario de la empresa Gaylo. La cantidad que ahora reclaman por la viñeta de un coche destrozado, desguazado y enterrado en la memoria hace más de treinta años es pequeña, 16 euros. Lo que a Cristina Gallo le ha resultado caro son los recuerdos que ha reavivado.