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Ecológicos por convicción

Los pioneros en la venta de productos orgánicos en Oviedo tienen el huerto en Llanera y han ampliado el negocio incorporando nuevo género y servicios en red

Ana Abeledo, José García y Andrea Yáñez, en su puesto del Fontán. julián rus

Hace ya 24 años que José García Martínez tomó la decisión de dedicarse a la agricultura ecológica. Eso le convierte en uno de los pioneros en Asturias. Lo hizo "por convicción y por el deseo de ofrecer algo saludable". "¿Cómo puedes vender en tu tienda algo que consideras perjudicial?", aún se pregunta. Con ese planteamiento nació una cooperativa de agricultores; luego una sociedad limitada. Los productos frescos salen de una huerta de Pruvia (Llanera) y se venden en el mercado ovetense del Fontán, en un puesto que ha ido creciendo en la misma medida que lo ha hecho el interés de los consumidores por una alimentación y una vida sanas.

Orgánico es el término anglosajón para referirse a la agricultura que evita las sustancias químicas de síntesis, como plaguicidas o abonos químicos, y los transgénicos. En español, lo correcto es hablar de agricultura ecológica, explica José García, que es la que él practica. "Se diferencia de la convencional en las técnicas. En la ecológica se hacen rotaciones de cultivos, lo que evita que las plagas se perpetúen y preserva el equilibrio de la tierra", explica. También se pueden hacer falsas siembras y no esperar a que las malas hierbas crezcan para escardar la cosecha.

Los escasos doce kilómetros que separan Oviedo y Pruvia contribuyen a abaratar el producto en temporada. "Cuando es de Asturias no es más caro que en una tienda normal y corriente", asegura Ana Abeledo, quien en el mostrador de la tienda del Fontán ofrece las lechugas a 1 euro y las acelgas a 1,10 euros. Lo que no sabe la gente -argumenta- es que en las frutas y verduras cultivadas en invernadero el porcentaje de agua es muy elevado, así que "están pagando por agua".

La mayoría de su clientela compra ecológico por motivos de salud. "Cada vez hay más intolerancias alimentarias y llega gente con cáncer que decide empezar a comer sano", refiere Abeledo. Otros vienen atraídos por el sabor. En temporada de tomates hay quien se desplaza hasta la tienda sólo para hacerse con ellos, por lo sabrosos que resultan al paladar. Y lo mismo sucede con el resto de las hortalizas. Los que prueban repiten, se llevan nuevos productos y acaban siendo clientes fieles.

Con el tiempo, la tienda de Abeledo ha diversificado su oferta. Ahora es posible encargar una pieza de carne ecológica y llevarse el detergente o el champú, también ecológicos. También han incorporado la venta por internet, con reparto a domicilio.

Ana Abeledo advierte de que para hacer una compra verdaderamente ecológica hay que fijarse en las certificaciones. No hay engaño posible, afirma, porque deben aparecer en todos los envases. Son dos sellos: el de la Unión Europea y el de su comunidad autónoma. Y si se compra a granel y hay dudas se puede pedir ver el empaquetado original, que en su caso siempre guarda.

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