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Cómo escuchar a nuestros amigos

Comunicarse con alguien es un arte en el que entran en juego factores como el respeto a la forma de expresarse del otro

Una persona con el teléfono móvil en la mano.

Navegando por internet encuentro un anuncio que reza del siguiente modo: "Por cinco pavos soy compañero para hablar, compartir, divertirte, desahogar, apoyar y disfrutar. Si estás solo y nadie te comprende, no importa estoy aquí para hacerte compañía. Tengo tiempo para tí".

Las redes sociales han cambiado nuestra manera de comunicarnos. Nos relacionamos diariamente con un número de personas impensable en el pasado, pero es cierto que el intercambio es breve, superficial.

Cuando la vida de una persona se focaliza en sus perfiles sociales, las relaciones derivan peligrosamente en vínculos carentes de calidad que han dado lugar a los anuncios on line más estrambóticos, como aquellos que por cinco pavos proponen escucharte. Fomentar una relación de amistad saludable en la que se escuche de verdad a otra persona se ha convertido en un tesoro. Y es que no todos respondemos a las mismas necesidades, ni necesitamos el mismo trato.

Veamos algún caso. Laura busca alguien que le escuche sin sentirse juzgada, que le acepte, le acompañe y le ayude a adentrarse en su interior para encontrar su propia solución. Necesita verbalizar sus problemas para clarificar sus preocupaciones. El hecho de ponerle palabras al problema le permite estructurarlo y tener una mayor sensación de control sobre el mismo.

Explorar sus experiencias le ayuda a reconocer sus sentimientos y facilita su autoconocimiento.

Lo que necesita Laura es alguien que le escuche sin darle consejos fáciles y soluciones, alguien que le acompañe en su autoanálisis para tomar su mejor decisión .

Paco está obsesionado con sus preocupaciones que le producen un alto nivel de ansiedad. Se siente muy solo y agobiado con sus problemas, no tiene ni idea de como va a reaccionar y no confía en sí mismo para generar algún tipo de solución.

Consigue relajarse compartiéndolo con sus familiares y amigos, les hace partícipes de su situación y de alguna manera corresponsables. A Paco le libera pensar que otras personas de su confianza, le apoyarán en su sufrimiento o le ayudarán a resolver sus problemas.

Juan es alguien poco comunicativo, nunca habla de sus problemas. No cree que los demás puedan resolver sus asuntos mejor que él. Siempre ha sido él mismo quien ha tenido que sacarse sus castañas del fuego.

Alguna vez se ha desahogado con algún amigo y no tuvo una buena experiencia. No le gusta autoexplorar demasiado su mundo afectivo, sólo lo justo. Cree que puede resolver sus conflictos en un nivel racional. Juan necesita que le respetemos y que entendamos que hay temas de los que no quiere hablar. Emilia ha vivido algún suceso traumático. Sus amigos y familiares insisten en que debe compartirlo y le presionan para que lo haga.

Sin embargo, cada persona tiene un ritmo para procesar sus experiencias y posee diferentes estrategias y recursos para afrontarlo. Emilia no necesita presión, sino saber que las personas que le apoyan están ahí. Existen múltiples tipos de personas, por ello cuando vayamos a escuchar a un amigo deberíamos conocer qué es lo que espera de nosotros". Cada comunicación será única y genuina, Y cada persona necesitará una escucha de calidad centrada en sus necesidades. Ofrecérsela será un valioso regalo.

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