Por el momento no pertenecen a ninguna asociación ni representan a ningún partido político, son sólo un grupo de vecinos del barrio que ya están hartos de que Ciudad Naranco sea "el patito feo" de Oviedo, una zona "repleta de carencias y necesidades" a la que no se le hace "ni caso" desde el Ayuntamiento. Alrededor de setenta personas se concentraron ayer en la plaza de Juan Pablo II para alzar la voz y exigir "medidas urgentes" que acaben con la larga lista de problemas que dicen tener en el barrio. También han iniciado una campaña de recogida de firmas para crear la plataforma "Activa Ciudad Naranco", un colectivo integrado por vecinos que busca unir sus fuerzas "para lograr un barrio renovado, con zonas de juegos comunes, con instalaciones deportivas, con mayor control policial, sin problemas de basuras, sin zonas abandonadas, sin atascos a las horas punta y sin jóvenes conflictivos actuando libremente por la zona", recoge el folleto con el que se presentan a la gente. En poco menos de una hora ya tenían más de doscientas firmas de apoyo con nombres, apellidos y carné de identidad.

Los promotores de la concentración de ayer fueron unos pocos, ni siquiera quieren ser protagonistas en este reportaje porque quieren ser "unos vecinos más", pero la iniciativa ya obtuvo ayer "una buena respuesta" del barrio y tiene pinta de seguir creciendo. "Ya era hora de hacer algo para que se nos escuche. En este barrio nos tienen olvidados y nadie mira para nosotros", explica airadamente Josefina Antuña, una de las vecinas que ayer estuvo en la concentración del conocido como parque del Papa. Fue precisamente ahí donde se gestó el movimiento. Un grupo de padres con hijos pequeños que coinciden casi a diario se dieron cuenta de que el equipamiento "no es suficiente ni adecuado" para todos los niños que viven en la zona. Aseguran que el parque infantil es un claro ejemplo de la desatención que sufre el barrio. Según denuncian, no tiene los suficientes equipamientos ni una valla para cerrar el perímetro y evitar que los niños se vayan hacia la carretera. También sostienen que está sucio y "lleno de cacas de perro".

Pero también se dieron cuenta de que hay muchos más problemas en el barrio. "Estamos leyendo a diario en los periódicos que se hacen inversiones en otras partes de la ciudad y aquí no recibimos nada. Estamos hartos del abandono que sufre el barrio", señala Javier López, que es profesor. "Aunque vivimos a sólo cinco minutos andando de la calle Uría estamos aislados. Simplemente con abrir un vial a partir de la calle Menéndez Pelayo nos conectarían directamente con la estación de autobuses, pero nadie piensa en nosotros", recalca López.

Roberto Abraira es otro de los que está muy "quemado" con la situación. "Tengo 41 años y llevo toda la vida viviendo aquí, pero he llegado a plantearme irme del barrio. No hay ni un sitio para hacer deporte, está lleno de suciedad, los atascos de tráfico son terribles, la zona de la calle Almacenes Industriales está llena de ruinas... Y encima tenemos que ver a diario como se va deteriorando el edificio del spa y como se convierte en un estercolero", denuncia.

Beatriz Fernández, otra de las vecinas que estuvo ayer en la concentración, se mantiene en la misma línea. "No pretendemos que nos hagan aquí un Calatrava, pero por lo menos queremos recibir un trato similar al resto de los barrios. No tenemos ni una piscina, ni un equipo para que los niños jueguen al fútbol, ni espacios para que lo hagan sin equipo...", señala. Los vecinos seguirán movilizándose y reclamando mejoras para el barrio. Quienes quieran participar en la iniciativa pueden escribir al siguiente correo electrónico:activaciudadnaranco@gmail.com.