Harina, chocolate, humor, teatro y mucho inglés. Ésta es la receta que sirvió al instituto de La Corredoria para organizar la décima edición del concurso de postres británicos, y que ayer se celebró en el salón de actos del centro. La actividad sirvió a 102 alumnos de 1º de ESO del programa bilingüe para mostrar su habilidad como reposteros y su dominio del idioma. Galletas, tartas y pasteles se ganaron a un jurado que también fue testigo de las representaciones que los 12 grupos participantes hicieron sobre las tablas. "Estaba buenísimo", dijo Begoña López, del restaurante ovetense La Carta de Cimadevilla, tras probar uno de los postres. "No puedo acabarlo porque son una docena de platos y no podemos con todos", resaltó.
Entre los aspectos a los que les pusieron nota estaban "la presentación, el gusto, la textura y la dificultad", resaltó Manuel Sastre, profesor jubilado del centro que ha estado presente en las 10 ediciones del concurso, y otro de los miembros de grupo de expertos que completaron Benjamín Alba, del Palacio de Merás (Tineo), Francisco Collado, maestro pastelero de Camilo de Blas, Alberto Díaz, del Instituto Técnico de la Pastelería y la Panadería Asturiana, José Carlos Labices, chef del Club Espartal (Salinas) y Pedro Caramés, de la sidrería La Finca (calle Gascona).
"Un jurado de lujo", comentó Carlota Alegre, la alumna que se encargó de dirigir el espectáculo junto con su compañero Pelayo Roza. Tras la gala, a la que asistieron Marisa Ponga, concejala de Atención a las Personas e Igualdad, y Cristina Valdés, directora general de Universidades e Investigación del Principado, se dio como ganador al grupo que elaboró una tarta de zanahoria. Los vencedores advirtieron sobre las tablas, con una pequeña pieza teatral, que sólo desvelarían la receta si a cambio recibían los votos necesarios para lograr el primer puesto. El segundo lugar fue para el postre del grupo "Autobús londinense", que puso en escena una serie de artículos típicos del Reino Unido, como una cabina o un bus urbano, para sacarse fotografías y ganarse las sonrisas de los asistentes. También resultó premiado el producto de repostería de los estudiantes que se hicieron pasar por turistas sobre el escenario y el de los chicos del equipo "Arcoiris", que se atrevieron a lanzar una canción en inglés, idioma en el que se realizaron todas las representaciones, al patio de butacas. Los primeros clasificados recibieron como premio una comida en algunos de los restaurantes representados en el jurado.
Además de los galardones culinarios, dos docentes y una estudiante canadiense que disfruta de un programa de intercambio en La Corredoria, evaluaron el nivel de inglés de los chicos de 1º de ESO, que se jugaron también una subida nota en esta asignatura. "Con esta actividad la motivación está asegurada", destacó Belén Nicolás, profesora de inglés y coordinadora del proyecto bilingüe. La docente destacó que el concurso de pasteles introduce a los niños alternativas de ocio saludable como la repostería: "Es mucho más educativo esto a que se pasen el día con la consola o en el centro comercial". Y, además, se mejora el nivel de inglés.
