Alberto Reigada Campoamor (Vegadeo, 1951), párroco de San Francisco Javier de la Tenderina, anda estos días muy contento tras tener confirmación de las obras que ampliarán y remodelarán las instalaciones que dirige. Reigada (Vegadeo, 1951) se define como veigueño de nacimiento y ovetense de adopción. A la ciudad llegó de niño para estudiar en el Seminario, entre 1963 y 1975. Realizó el bachiller teológico en la sede madrileña de la Universidad Pontificia de Comillas y se licenció en Teología Pastoral y Catequética en la Pontificia Salesiana de Roma. Su primer "trabajo" fue coadjutor en San Pedro de los Arcos y profesor del Instituto Politécnico (actual Doctor Fleming), de Oviedo. En 1983 fue nombrado vicario episcopal del occidente, hasta 1987, cuando el arzobispo Díaz Merchán le envió a Roma a estudiar. Regresó a Oviedo en 1990. En 1993 fue nombrado delegado de Cáritas y secretario del Consejo de Presbiterio de Asturias. En 2002 el actual cardenal Carlos Osoro, entonces arzobispo de Oviedo, le encomendó la parroquia de la Tenderina, donde continúa.
Los primeros años en Vegadeo y la vocación temprana. "Fui al colegio de las Hijas de la Caridad. Después hice el preseminario en Mohías (Coaña). La vocación me vino desde niño y se la debo a mis padres, que eran muy religiosos. Mi padre. Alberto, era devoto del Carmen y mi madre, Luz, de San José. Ella me llevaba a la capilla, de la que era camarera, y me decía que le había pedido mi vocación a San José. 'San José te llevará de la mano', me decía. Fui monaguillo y en 1962 me fui al seminario menor de Covadonga, donde ese año empezamos 153 alumnos de los que nos ordenamos cinco. En Covadonga pasábamos frío, y no había muchos recursos para el ocio. Íbamos a Orandi a jugar al fútbol, detrás de la Cueva; subíamos a los lagos. Mi tutor era Ángel Rodríguez ( Yayo), que ahora vive en la casa sacerdotal".
La llegada de Tarancón. "Tengo recuerdos maravillosos de todo aquello. De Covadonga pasé al seminario, donde usábamos sotana y un fajín azul, identificativo de la diócesis de Oviedo. Teníamos un bonete con un pompón azul para salir de paseo, siempre con los zapatos relucientes. Éramos más de 500. Estudiábamos latín y humanidades, que eran seis años. Cuando llegó Tarancón a Oviedo empezó a hablarnos del Concilio. Nombró rector a Manuel Gutiérrez, que era párroco de la Tenderina. Nos quitaron la sotana, y a los pequeños nos matricularon en bachiller. El Seminario también cubría una gran función social para muchos niños de pueblos que no tenían institutos y estudiaban allí".
El primer destino, San Pablo de la Argañosa . "En 1975 me ordené de diácono y me enviaron a San Pablo de la Argañosa, entonces una parroquia naciente, en un barrio con mucha vida, donde entré en contacto con el movimiento vecinal. Me ordené sacerdote el 30 de mayo de 1976, en Vegadeo. Gabino Díaz Merchán me nombró coadjutor de San Pedro de los Arcos y responsable del centro de culto de Vallobín, que tuve que crear. Esa época fue genial. Hubo un movimiento de jóvenes extraordinario. Y también hicimos una gran labor social. Eran años en los que la droga golpeaba duro".
El vicario más joven de España. "En 1983, con 31 años, fui el vicario episcopal más joven de España. Me fui a vivir a Luarca, donde estuve cinco años. Después, los estudios en Roma fueron una espléndida experiencia. En 1990, regresé a Oviedo como profesor de teología pastoral y delegado de Pastoral Juvenil. En 1993 asumí la dirección de Cáritas y la secretaría del Consejo de Presbiterio".
La llegada a la Tenderina. "En 2002 falleció el cura de la Tenderina y Carlos Osoro me nombró a mí. Aquí llevo casi quince años. Desde el primer momento me dijeron que tenía que hacer la iglesia. Pero hubo un parón hasta el cambio de administrador en la diócesis, con Antonio Nistal al frente. Enseguida vio la necesidad de realizar las obras en la parroquia. Va a cambiar mucho la fisonomía de la construcción. Ahora hace de iglesia lo que iba a ser un cine. La nueva parroquia tendrá una torre con una cruz y campana. Las obras durarán varios meses. Nos gustaría empezar antes del verano. Sólo nos faltan los permisos del Ayuntamiento. Mientras duren los trabajos seguiremos con el culto y las actividades. La Cofradía de los Estudiantes y la Agrupación Musical San Salvador también conservarán su sede en la Tenderina".
Intensa actividad cercana a la gente . "El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, me nombró ponente para el sínodo diocesano. Cuando terminó, pasé a ser vicario episcopal para el centro de Asturias y las Cuencas, así como coordinador para el Plan Pastoral de la diócesis. Ahora, aparte de la parroquia, mi misión es la de secretario para el Plan Pastoral. También sigo siendo profesor del Seminario de Oviedo".
