La Real Cofradía del Silencio y Santa Cruz, con sede canónica en la iglesia parroquial de Santa María La Real la Corte, tiene sus orígenes en la Cofradía del Silencio, impulsada en gran medida por parroquianos que en su mayoría eran militares que estaban destinados en la antigua Fábrica de Armas de la Vega. En el año 1945 tiene su inicio, por eso su historia es una parte muy importante de la de la Semana Santa ovetense.

Pero aunque su origen sea antiguo, su andar es nuevo. El 25 de abril del año 2001, en el transcurso de una asamblea constituyente, se refundó la histórica cofradía, pero con el nombre de Cofradía del Silencio y Santa Cruz, y se aprobaron los estatutos por los que se regiría la nueva cofradía. De esta manera se empezaba a escribir un capítulo relevante de la historia de la Semana Santa ovetense.

Su primera estación de penitencia sale a la calle el Martes Santo del año 2002, con los pasos de la Santa Cruz y el Santo Cristo Flagelado, titulares de la cofradía. Posteriormente, el Martes Santo de 2007 sale nuevamente el de Nuestra Madre María Santísima de la Amargura, y en el año 2015, tras la modificación de los estatutos, se vuelve a incorporar a la procesión el paso del Santísimo Cristo de la Piedad, ya restaurado.

Armando Arias, que es abad de la real cofradía desde el mes de julio del año 2014 -el equivalente a hermano mayor en otras cofradías-, explica que su esencia y espiritualidad radica en la "devoción y recogimiento, porque nuestra procesión tiene la singularidad de que es de silencio, aunque vayamos acompañados con marchas musicales propias de la Semana Santa, y esto es lo que nos diferencia del resto de las procesiones de cofradías y hermandades de Oviedo".

Como balance de estos tres años -las próximas elecciones a abad tendrán lugar en el mes de julio- dice que no puede ser más positivo en todos los aspectos. "Tenemos muchos hermanos nuevos, ya somos más de trescientos y todos muy implicados; además, sacamos otro paso a la calle, el del Santísimo Cristo de la Piedad, que procesionó por primera vez en la Semana Santa del año 2015, aunque en los inicios de la cofradía ya lo sacaban en procesión", puntualizó.

En la actualidad, la real cofradía saca en Semana Santa cuatro pasos a las calles de Oviedo: el de la Santa Cruz, el del Santo Cristo Flagelado, el del Santísimo Cristo de la Piedad y el de María Santísima de la Amargura. Todos ellos tienen una gran devoción en Oviedo.

Armando Arias destacó también, con orgullo justificado, el título de real que les concedió la Casa del Rey, convirtiéndose de esta manera en la segunda cofradía de Asturias con esta distinción, junto con la Real Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de la Santa Vera Cruz, de Avilés.

Otra distinción que también llevan a gala: en el mes de agosto del año 2016, el arzobispo castrense de España, Juan del Río Martín, concedió la medalla del centenario de la Virgen del Pilar como Patrona de la Guardia Civil a la Real Cofradía del Silencio y Santa Cruz.

De la gente joven que entró en la real cofradía, Armando Arias destacó "la manera en la que se involucraron, aunque todavía son pocos, tal vez porque las procesiones de Semana Santa en Oviedo estuvieron paradas durante muchos años, "y recuperar todo este tiempo cuesta trabajo, pero lo importante es que vamos creciendo poco a poco".