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Ciudad Naranco vuelve a asociarse

La puesta en marcha de los distritos da lugar a la aparición de colectivos vecinales, algunos ligados a la política, tras años de inactividad en el barrio

Una vista de Ciudad Naranco desde la zona del ascensor de la calle Fernández de Oviedo. IRMA COLLÍN

Podría decirse que hasta principios del año pasado el movimiento vecinal en Ciudad Naranco se limitaba a la figura de Carmen Suárez, la presidenta de la histórica asociación "Los Puentes", un movimiento que después de dos décadas de lucha por el barrio permanece ahora menos activo por distintas circunstancias. Pero las cosas han dado un giro radical en cuestión de meses. La puesta en marcha de los consejos de distrito -los órganos de participación ciudadana que impone la ley de Grandes Ciudades y en los que hay codazos para coger un asiento- parece haber reavivado el carácter reivindicativo del barrio dando lugar al nacimiento de nuevas asociaciones y plataformas, colectivos algunos que presumen de independientes y otros "con marcadas influencias políticas", o al menos de eso se acusan entre ellos sus principales responsables cuando las grabadoras de los periodistas no están de por medio. Lo cierto es que Ciudad Naranco, una zona situada a cinco minutos de la calle Uría y con más de 14.000 vecinos, llevaba unos años medio dormida y se ha despertado con fuerzas renovadas.

Entre esas nuevas asociaciones se encuentra "Ciudad Naranco Existe", presidida por Rubén Fernández. Este colectivo empezó a alzar la voz a mediados del año pasado, de la mano de la Federación General de Asociaciones de Asturias (Fegea), una federación que tiene al frente a Ignacio Sal del Río pero cuenta con Javier Fernández -antiguo alcalde de barrio de Vallobín y afiliado del PP- como una de sus cabezas más visibles. Por otro lado destaca la aparición de "La Centralilla", la asociación que nació hace poco más de seis meses y que desde Fegea arriman a Somos (Podemos). Los miembros de la comisión promotora de "La Centralilla" aseguran por su parte que no están vinculados a ningún partido político, "porque lo único que nos importa es el barrio gobierne quien gobierne", dicen.

Pero por si fuera poco, el pasado sábado día 1 de abril un nuevo colectivo se presentó a Oviedo desde Ciudad Naranco protagonizando una concentración el la Plaza de Juan Pablo II para exigir mejoras en un barrio que consideran "el patito feo" de la ciudad, una zona "totalmente olvidada" que necesita inversiones y que tiene "graves carencias". Se definen como un movimiento que surgió de la necesidad, de un grupo de padres jóvenes que llevan sus hijos a diario al conocido como parque del Papa y que se dieron cuenta de que ese espacio "se ha quedado pequeño y no se encuentra en las condiciones adecuadas" para cubrir las necesidades de una parte de la ciudad que cada vez cuenta con más habitantes. A partir de ahí, recopilaron otros "problemas" que existen en el barrio y decidieron echarse a la calle.

Muchos de los componentes de este movimiento residen en los edificios nuevos del barrio, en la zona del fallido spa del Naranco. Por el momento, aunque ya hay voces que los vinculan con los podemistas, aún no han se han decantado públicamente por ninguna opción política. Lo que sí han anunciado es que podrían constituirse como plataforma, que llevaría por nombre "Activa Ciudad Naranco".

Todos estos colectivos tienen la misma lista de quejas. Todos ellos exigen mejoras en las calles, más limpieza y seguridad, el ansiado ensanche del puente de Nicolás Soria, servicios que posibiliten la práctica de deporte o medidas que acaben con los atascos kilométricos que se forman en la zona a las horas punta, entre otras muchas cosas. Pero todos actúan por separado, van por libre. Lejos quedan ya aquellas manifestaciones multitudinarias que se montaban en el barrio cuando "Los Puentes", la única asociación que por entonces funcionaba en Ciudad Naranco, estaba en plena efervescencia. "Llegamos a convocar a tres mil personas en una concentración para exigir el centro de salud. Recorríamos entre 600 y 700 portales antes de las manifestaciones para animar a los vecinos a asistir puerta por puerta", afirma Carmen Suárez, que nunca escondió su afiliación al PSOE. "Pero eso no importaba. Llegué a tener problemas con el partido por anteponer los problemas del barrio", dice.

Suárez ya no sale a la calle para exigir las atenciones que sigue considerando que necesita Ciudad Naranco. No obstante asegura que "Los Puentes", la veterana asociación que surgió en el año 1996, cuando en el barrio "de verdad no había nada", está dispuesta a colaborar con cualquier movimiento vecinal de los que han aparecido, aunque no a cualquier precio. "Hay que aparcar la política y no utilizar las asociaciones para meter la cabeza en los distritos de forma equivocada, es decir, para hacer política encubierta", mantiene. Según sostiene, "por muchos colectivos que nazcan no se hará nada si no existe unión entre todos". Por el momento no parece fácil.

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