El Pleno del Ayuntamiento de Oviedo debatió ayer de nuevo, esta vez para llegar a la aprobación definitiva, el presupuesto municipal de este año, de 236,3 millones de euros. Equipo de Gobierno y oposición volvieron a poner encima de la mesa parecidos argumentos a favor y en contra de las cuentas de este año. El concejal de Economía, Rubén Rosón, insistió en el lastre que ha supuesto el pago de la deuda de Villa Magdalena y el logro del equipo de Gobierno a la hora de salvar casi diez millones de recortes aumentando los ingresos gracias al IBI a las grandes propiedades y a la remunicipalización del servicio de Recaudación, lo que ha permitido incrementar el gasto social.

En un pleno que se fue haciendo más bronco a medida que avanzaba hacia su final, PP y Ciudadanos centraron las críticas en el retraso con que se ha llegado a esta aprobación, diez días más tarde que el año pasado, en la parálisis municipal a la hora de ejecutar lo presupuestado en el año anterior y en el "mal gobierno" del tripartito, por sus referencias constantes a los mandatos pasados del PP.

El concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, incrementó el tono con una intervención aparentemente no prevista en la que cargó contra una afirmación del portavoz de Ciudadanos, Luis Pacho, que afeó al tripartito "gobernar con ideología". Sánchez Ramos repasó las herencias del PP con tono enérgico y dejó la ronda lo suficientemente caliente para que tomara también la palabra Ana Rivas y, en el cierre de las intervenciones, Rubén Rosón atacara con virulencia al PP y a Agustín Iglesias Caunedo por el caso de las tarjetas de aparcamiento gratis y su imputación en el caso Acuagest. El presupuesto, declaró en respuesta al concejal del PP Eduardo Rodríguez, que le había criticado que no atendiera las cuestiones esenciales de la ciudad, "no es el del Oviedo blue, el de vestirse de costalero en Semana Santa mientras vamos en viajes presuntamente pagados por empresas a burdeles de otros Estados".

El líder del PP, Agustín Iglesias Caunedo, visiblemente molesto, solicitó intervenir, pero el Alcalde, Wenceslao López, pasó a las votaciones sin estirar el enfrentamiento.