El presidente del Rotary Club, Eduardo Quesada, acudió ayer a la iglesia de La Corredoria junto a una amplia representación del colectivo que capitanea para asistir a la inauguración de las dos salas que han sido rehabilitadas en la parroquia gracias a las aportaciones de los rotarios. Dichos espacios, que se encontraban bastante deteriorados, servirán ahora para acoger un proyecto de atención a la infancia promovido desde la parroquia. "Se trata de trabajar con niños de familias que lo necesitan durante dos horas al día. La primera hora sería de apoyo escolar y la segunda para educarlos en aspectos socioeducativos como el respeto, la higiene y otras muchas cosas", explica el párroco de la iglesia de San Juan, José Manuel Vázquez.

La aportación de los rotarios -además de las salas también se ha reacondicionado un baño- servirá para desarrollar un proyecto que en un principio arrancará con los pequeños de doce familias necesitadas. "La intención es crecer mucho más. Al principio sólo trabajaremos dos días a la semana, pero después trataremos de hacerlo a diario", añade José Manuel Vázquez.

Pero la visita de los miembros del Rotary Club a la iglesia de San Juan aún dio para más. Durante su estancia en la parroquia, los integrantes del colectivo -actualmente hay 22 miembros en Oviedo- se comprometieron a financiar la reparación del techo de la iglesia, que se encuentra deteriorado a consecuencia de la humedad y del paso de los años. "Las obras se acometerán en cuanto se pueda, pero para ejecutarlas hay que mantener la iglesia cerrada al menos durante quince días y ahora es una época de muchas bodas y comuniones en La Corredoria y no sería operativo", señala, Juan Pérez Zaldívar, uno de los integrantes del Rotary Club de Oviedo.