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Un teatro para todos

El edificio municipal de Pumarín, que será remodelado este año y dotado de nuevo equipamiento, alberga actividades educativas y culturales y se propone reforzar su programación

Una actuación durante un festival solidario celebrado el verano pasado en el teatro de Pumarín. IRMA COLLÍN

El teatro de Pumarín, en Oviedo, data de finales de los años 90 y desde el año 2000 es la sede de la Escuela Municipal de Teatro. Desde entonces, por su escenario y sus salas de ensayo han pasado innumerables funciones escolares, representaciones dramáticas, conciertos y espectáculos de danza, retransmisiones de ópera, galas, coloquios y proyecciones. Sus instalaciones ha prestado servicio a la comunidad escolar de colegio público Lorenzo Novo Mier, con el que comparte vecindad, y a asociaciones vecinales y culturales. Ahora, después de varios lustros de uso, toca renovarse.

El Ayuntamiento de Oviedo anunció hace unos días que realizará una inversión en la mejora de sus instalaciones de 105.000 euros. Con ese dinero comprará nuevo equipamiento técnico y reforzará la programación. El objetivo es optimizar su uso y ponerlo a disposición de los ciudadanos, dando cabida en él a cada vez más actividades.

Entre las adquisiciones previstas hay una mesa de sonido, micrófonos, proyectores y reproductores, focos, filtros, máquinas de humo, una caja negra, un telón, tarimas, duchas, un sistema de extracción de aire y la revisión del cuadro eléctrico y las instalaciones del techo. El edificio necesita, en opinión de los responsables municipales, "un remodelado y la actualización de materiales" y éste será el año en el que se lleven a cabo.

La asociación Ágora ha sido la última en incorporarse a la lista de usuarios del teatro de Pumarín. Problemas económicos la abocaron a abandonar el local de la calle Cimadevilla que ocupaban desde su constitución y casi a la desaparición. Finalmente, el Ayuntamiento de Oviedo le ha cedido una de las salas disponibles en el edificio de la plaza de los Maestros, donde ahora llevan a cabo los pases de sus reportajes fotográficos y de cine semanalmente. Juanjo Cima, el presidente de la asociación, está más que satisfecho con la solución. La del pasado jueves, sobre Sicilia y con las imágenes tomadas por José Luis Humara, era su tercera proyección. "El personal es muy amable, nos lo facilitan todo y todo nos lo ponen muy fácil; y la sala que nos han cedido está bien, tiene capacidad para cincuenta personas e incluso alguna más", cuenta.

La ubicación del teatro, a la entrada del barrio de Pumarín y del campus universitario del Milán, es una baza a jugar. De momento la afluencia de público a los actos de Ágora es similar a la que tenían antes, pero los miembros del colectivo han establecido contactos con otras organizaciones del barrio, como la asociación vecinal, para divulgar sus actividades y animarles a que se sumen a ellas.

El colegio público Lorenzo Novo Mier tiene, desde su inauguración, el uso preferente del teatro municipal de Pumarín. Sus profesores y alumnos pueden acceder a las instalaciones sin tan siquiera tener que cruzar la plaza. En su interior ha celebrado la comunidad educativa, según refiere su jefa de estudios, Paula Iglesias, "las fiestas de Navidad, las graduaciones de fin de curso, conciertos, las actividades de seguridad vial". Ayer mismo, sin ir más lejos, el centro escolar festejó el Día del Libro con un concierto del Dúo Lamar.

Es la concejalía de Educación del Ayuntamiento de Oviedo, que dirige Mercedes González (Somos), la que promueve la renovación del teatro de Pumarín. Lo hace aprovechando el remanente de Tesorería del presupuesto municipal.

La inversión en esta instalación municipal se ha desglosado en dos apartados: 75.000 euros para obras de acondicionamiento de las instalaciones y la renovación de los medios técnicos y 30.000 euros para la programación de artes escénicas. La fecha de inicio de la reforma está por determinar, pero habrá de ser este mismo año.

Mercedes González explica que "es necesario dinamizar y potenciar los usos del teatro de Pumarín, una instalación que tiene muchas posibilidades y a la que hasta ahora, por la carencia de medios técnicos fundamentalmente, no se le ha podido dar todo el uso que requería".

La concejalía de Educación, que es la que gestiona el edificio, con un aforo de 250 personas, recibe a menudo solicitudes de uso de sus instalaciones. "Son muchas las que nos llegan desde colectivos, colegios y asociaciones culturales, y muchas veces cuando se les cede se encuentran con que no pueden llevar a cabo las actividades que tenían previstas, porque no tienen equipo de sonido, de iluminación u otro tipo de soportes técnicos?", explica la edil.

Más allá de la mejora de las instalaciones, con equipos actualizados y adaptados a la demanda de uso, la concejalía quiere que los ovetenses contemplen el teatro de Pumarín a través de "otro prisma". La intención, según explica Mercedes González, es "llenarlo de un contenido pedagógico y lúdico orientado al público infantil y juvenil".

Para lograrlo disponen, según refiere, del remanente del presupuesto. "Tenemos la posibilidad de hacerlo y vamos a hacerlo", afirma. "Vamos a dar el paso, acondicionar y adaptar el teatro para que pueda ser mucho más utilizado, abrirlo para el uso de las asociaciones vecinales de la zona", añade. Y ello, sin ir en detrimento de las actividades que ya se programan en él desde hace tiempo, como la actividad de la Escuela Municipal de Teatro, que organiza en ella talleres, clases y representaciones. Ni excluir a las asociaciones, como Ágora, que requieren un local donde desarrollar su actividad regularmente.

A esta última se refiere la concejala como un ejemplo de apertura a la sociedad y como un éxito de participación, con un mayor seguimiento de sus actividades desde que ha estrenado ubicación.

Es el personal del colegio público Lorenzo Novo Mier el que mejor conoce las carencias del edificio municipal, por lo habitualmente que recurren a él. Paula Iglesias, la jefa de estudios, se hace eco de las demandas del personal técnico y enumera las que a su juicio son más evidentes: "En el escenario no funciona casi ningún foco, los asientos ya están hechos polvo, el aparato de CD está estropeado...". La puesta a punto del teatro municipal, opina, es una necesidad evidente.

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