El eterno estado de conflicto interno en el que vive desde hace años el área de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo está lejos de pacificarse. Ni la puesta en marcha de la Fundación de Cultura ni, ahora, el nombramiento de un gerente al frente del servicio han logrado calmar los ánimos. Al revés, Cultura vive días tan tensos como para que la Policía Local se presente en los despachos del teatro Campoamor, alertada por el concejal de Cultura, para investigar el presunto allanamiento de un despacho a cargo del nuevo responsable del área.

Los hechos sucedieron el pasado sábado 8 de abril, cuando el funcionario que ganó el concurso para ocupar el puesto, Roberto Sancifrián, entonces todavía pendiente del nombramiento, acudió al Campoamor. Ese día tenía un espectáculo y aprovechó, según su versión, para trabajar en el despacho. En un momento determinado, quiso revisar un folleto que no encontró en su oficina y acudió al despacho de otro funcionario para buscarlo. La puerta estaba abierta, y cuando trataba de dar con la documentación fue sorprendido por el técnico superior de Cultura que ocupa la dirección del área, Juan Vega.

La situación fue puesta en conocimiento del propietario del despacho en el que había entrado Sancifrián y según el concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, "tuvo que actuar" solicitando "la actuación de la Policía Local que es quien custodia los equipamientos municipales".

Sánchez Ramos insiste en que es un asunto que "pertenece a la privacidad de dos personas" y que actuó a instancias del propietario del despacho en el que había entrado Sancifrián. Según pudo confirmar este periódico, la sección judicial de la Policía Local desplazada al teatro Campoamor, donde tienen sus despachos los funcionarios de Cultura, comprobó que el propietario del despacho había renunciado a entrar hasta que la Policía realizase la correspondiente investigación.

Los agentes, no obstante, no apreciaron que se hubiese producido ningún delito y tampoco se ha presentado ninguna denuncia contra el nuevo gerente, por lo que se emitió un informe que fue remitido al concejal de Cultura y a Alcaldía.

Malestar en el área

Estos hechos han creado un malestar evidente dentro del área, máxime cuando la Junta de Gobierno nombró a Sancifrián gerente de la fundación municipal de Cultura el pasado viernes, dos semanas después de estos hechos, con la abstención del concejal del área.

Sánchez Ramos justificó su abstención en la idea de subrayar políticamente que un juez había ordenado resolver la convocatoria para la plaza de gerente pero que él está en contra de estos puestos directivos con salarios, declaró, "que rondan los 70.000 euros anuales".

La posición del nuevo gerente queda en entredicho a la vista de que en la misma Junta de Gobierno en la que se le nombró los tres socios de gobierno alcanzaron un acuerdo político para suprimir la figura de gerente de la Fundación, lo que obliga a modificar los estatutos de la institución y llevar los nuevos al pleno.

Esa hoja de ruta, que el concejal indicó que se empezaría a recorrer esta semana, choca, para el nuevo responsable, con el hecho de que fue también IU quien en su día pidió que el puesto de gerente no se nombrara a dedo y que hubiera un concurso. Además, el hecho de haber obtenido su nuevo puesto a través de un proceso de selección pone en duda, según fuentes jurídicas, que se le puedan retirar ahora las atribuciones de su nuevo cargo.