Los vecinos de las torres de Pando y su entorno aplauden las intenciones del Ayuntamiento -que pretende conectar la zona de los aparcamientos de este punto de la ciudad con la avenida del Cantábrico para evitar los problemas de tráfico que se generan en Pumarín a consecuencia de los vehículos que van y vienen a Fitoria y Villamejil-, pero temen que el "pinchazo" agrave el problema de estacionamiento que sufre el barrio desde hace tiempo. A su vez, los ciudadanos consultados por este diario consideran que el dinero que se va a emplear en la obra, presupuestada en 410.000 euros, serviría para arreglar otros problemas "más serios" que sufre la zona en la que residen. "El proyecto está muy bien, pero hay muchas otras cosas que arreglar antes. Por ejemplo, acabar con la suciedad o arreglar las aceras, que están hechas polvo", asegura Manuel Barbón, que lleva mas de treinta años viviendo en las torres de Pando.

Aunque el Ayuntamiento asegura que con el nuevo trazado no se perderán aparcamientos -el Consistorio sostiene que se mantendrá el mismo número de plazas a pesar de que el vial discurriría por una zona en la que ahora mismo hay espacio para unos ochenta coches-, Manuel Barbón no lo tiene tan claro. "Es difícil hacer una carretera que pase por aquí y no afecte a los aparcamientos, pero si son capaces de desplazarlos y colocarlos en otros espacios cercanos bienvenido sea el proyecto. No obstante tienen que tenerlo muy en cuenta porque ahora mismo ya es toda una odisea el aparcar aquí", afirma.

Lorena Pérez, que regenta una cafetería en las torres de Pando, también se mantiene en la misma línea. Apoya el proyecto, pero teme que se lleve por delante "los pocos sitios" que hay para aparcar, es decir, "que se salga de un problema para meterse en otro". Eso sí, propone algunas alternativas. "La zona de la fuente de Pando está llena de ratas y de suciedad. Podrían limpiarla y habilitar ahí un aparcamiento si es que van a construir la nueva carretera", señala. A ella lo del "pinchazo" le parece bien. "Ahora mismo, teniendo justo al lado la rotonda para salir hacia Gijón, tenemos que dar un rodeo que a veces nos lleva entre diez y quince minutos. La verdad es que en ese sentido estaría muy bien", subraya.

Tomás Parrondo pide "cabeza" para llevar a cabo el "pinchazo". "Todo lo que sea mejorar el barrio y acabar con los problemas de tráfico está bien, pero lo que no se puede hacer es dejar a los vecinos sin aparcamiento. Eso sólo serviría para montar más líos. De nada sirve ahorrar tiempo a la hora de circular si después tienes que dar mil vueltas para dejar el coche a la hora de llegar a casa", afirma. Parrondo también es de los que piensa que en la zona "existen otras necesidades prioritarias de limpieza y mantenimiento" que merecen ser atendidas antes de que las máquinas entren en las torres de Pando. Mihaela Nita, otra vecina de la zona, está "encantada" con los planes del Ayuntamiento. "Cada vez que queremos salir en coche tardamos una eternidad. A veces resulta desesperante moverse por esta parte de la ciudad y considero que con la nueva salida hacia la avenida del Cantábrico las cosas cambiarían un montón",

Enfado del PP

En el ámbito político, Gerardo Antuña, edil del PP, afirmó ayer que el proyecto del "pinchazo" en la Torres de Pando ya estaba en marcha en 2015, "pero no se licitó porque se paró con la llegada del tripartito". El edil popular señaló que el gobierno local "sólo sabe hacer dos cosas: las buenas, las que copia del PP, y las originales, las suyas, generalmente son malas y siempre fracasan".

Antuña añadió que el tripartito "está presentando cosas como nuevas que paralizaron en 2015 cuando llegaron". Por eso no dudó de calificar a Ignacio Fernández del Páramo (Somos), concejal de Urbanismo, de "plagiador". Tiene suerte de que en política no exista el delito de plagio".