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GUILLERMO CÁNOVAS | Director del Observatorio para el Uso Saludable de la Tecnología

"No importa el tiempo que se está con la tecnología, importa si sustituye a tu vida"

"Las aplicaciones potencialmente adictivas permiten relacionarse con otros sin necesidad de salir a la calle y dan respuestas sin esfuerzo"

Guillermo Cánovas «¿Qué ejemplo da  un padre que está  respondiendo  un WhatsApp durante  la comida?»

Guillermo Cánovas «¿Qué ejemplo da un padre que está respondiendo un WhatsApp durante la comida?»

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Guillermo Cánovas «¿Qué ejemplo da un padre que está respondiendo un WhatsApp durante la comida?» Javier Fernández

Guillermo Cánovas dirige el Observatorio para el Uso Saludable de la Tecnología (Educalike), una organización independiente que ha llevado a cabo estudios que permiten conocer, por ejemplo, que un 70% de los estudiantes no apagan el móvil mientras duerme y sus padres tampoco les obligan a desconectar el dispositivo durante las horas de sueño. El pasado jueves, a petición del colegio San Ignacio, ofreció en Oviedo una charla para hablar sobre el uso, abuso y adicción de juegos y herramientas tecnológicas. Destaca que las aplicaciones con mayor potencial de generar una adicción en los adolescentes son aquellas que "permiten relacionarse sin salir a la calle" y que para detectar un problema de este tipo los padres deben vigilar comportamientos como una renuncia a practicar deporte o salir con los amigos para dedicar tiempo a una herramienta tecnológica: "La adicción tecnológica empieza recortando horas de ocio a los menores y se extiende después al resto de las facetas de su vida".

-¿Cómo se puede identificar un problema de adicción tecnológica en un menor?

-En contra de lo que se piensa, lo más importante no es el tiempo que el menor dedica una herramienta, sino qué facetas de su vida se ven sustituidas por ella. Por ejemplo, si está adoptando tanto protagonismo en su vida para dejar de hacer cosas que antes hacía. Algunos comportamientos a observar son que el adolescente deje de salir con los amigos, que se le olvide ver su serie favorita o que el fin de semana, en lugar de irse jugar un partido, siga con la aplicación. Además, hay que ver si existe un sufrimiento cuando no puede estar con la herramienta. En los casos de adicción tecnológica los padres relatan que descubren comportamientos que sus hijos nunca habían tenido antes.

-¿Cuándo habla de herramientas se refiere a videojuegos, redes sociales, casas de apuestas...?

-Sí, videojuegos, móviles, tablets u ordenadores. Dentro de ellas el problema suele estar con una aplicación en concreto. Puede ser un videojuego, una red social, una casa de apuestas... Normalmente no es un problema con el dispositivo en sí, sino con la aplicación. En ocasiones pierden incluso el sueño y las ganas de comer.

-¿Cómo se puede anticipar el problema?

-Estableciendo normas y límites claros con respecto al uso de la tecnología. Es muy importante que sepan que a partir de determinado hora el móvil tiene que estar apagado y fuera de la habitación. Hace unos años hicimos un estudio que reveló que el 70% de los estudiantes no apagan el móvil por la noche, eso quiere decir que no hay un adulto que les obligue. Y hay que enseñarles a respetar momentos como las comidas de familia para que no se interrumpan otras formas de comunicación. También es bueno que los padres controlen el acceso a determinados contenidos.

-¿Una actividad online tan alta produce una desconexión con el mundo real?

-No tiene por qué. Hay personas conectadas a internet ocho horas diarias y no tienen ningún problema y otros que están dos horas y son adictos. Es cuestión de ver lo que se hace en ese tiempo y si permite seguir llevando a cabo una vida normal. La adicción tecnológica empieza recortando horas de ocio y continúa extendiéndose al resto de las facetas de la vida.

-Los menores pasan mucho tiempo frente a las pantallas, ¿aprovechan ese tiempo?

-No. Ese es uno de los problemas que tenemos. Siguen percibiendo las tecnologías como herramientas de ocio cuando son herramientas de trabajo muy importante para su estudio. Todavía no están dando el paso de concebirlas así, ya que no están integradas en los colegios. Otro tema que nos preocupa es que la mayoría de los menores son solo consumidores y nos interesa que también generen contenidos. Se trata de que creen blogs temáticos o canales de Youtube con contenido interesante que pueda aportar algo a otros chicos de su edad. Los temas pueden ir desde la fotografía al deporte.

-¿Qué información no deberían compartir los adolescentes en internet?

-Todo depende del entorno en el que se muevan. Si no es totalmente privado no deben compartir ninguna información que permita identificarles, como fotografías, número de teléfono o dirección. Si el canal es privado, como algunas redes o videojuegos no preocupa tanto, porque conocen al resto de interlocutores.

-¿Cuáles son las aplicaciones potencialmente adictivas?

-Aquellas que permiten que las personas no tengan que salir para relacionarse con otras personas. También aquellas en las que hay una frecuencia muy alta entre el estímulo y la respuesta, lo que permite obtener cosas sin mucho esfuerzo. También es peligrosa la posibilidad de definir características de tu propia identidad. Pero muchas redes sociales se utilizan sin generar una identidad alternativa, sin estar una gran número de horas conectados y sin que haya un constante estímulo respuesta. Por eso hablamos de potencialmente adictiva, porque no todas las personas las utilizan del mismo modo. Hay adictos a las compras y gente que compra sin tener ningún problema con ello.

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