Quinientos trasplantes en quince años. El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) aprovechó muy bien el puente de la Fiesta del Trabajo, de manera que un equipo de unos 40 efectivos perfectamente coordinados realizaron -entre la noche del domingo y la madrugada de ayer lunes- el trasplante de hígado que hace el número 500 de la historia del complejo sanitario ovetense y del conjunto de la región. El donante era asturiano, del que no se han querido dar más datos; el receptor, un sierense de 59 años al que de un plumazo se le han resuelto dos graves problemas de salud: una insuficiencia hepática y una enfermedad tumoral que se había asentado en su hígado.

El primer trasplante de hígado de Asturias se practicó el 16 de abril de 2002. María Raquel Rojo García, ovetense del barrio de San Lázaro, fue la receptora de un órgano donado también en el Principado (falleció doce años más tarde, en junio de 2014, a los 72). En los 500 injertos efectuados hasta la fecha, el HUCA -único hospital de Asturias que hace trasplantes- atesora un 90 por ciento de supervivencia al cabo de un año; un 80 por ciento cinco años después del trasplante; y un 65 por ciento al cabo de una década.

"Un trasplante es, ante todo, una obra colectiva, enormemente compleja y exigente, que involucra a muchos profesionales dando lo mejor de sí mismos. Llegar al número 500 es una prueba de madurez de la empresa que lo realiza, en este caso el HUCA", subrayó Lino Vázquez, jefe del servicio de Cirugía General del centro sanitario.

El dispositivo de trasplante se puso en marcha sobre las ocho de la tarde de anteayer domingo, para llevar a cabo la extracción del hígado del donante. Esta tarea fue llevada a cabo por Lino Vázquez, Elisa Contreras y María Moreno. A continuación, se practicó el implante del órgano en su nuevo dueño. A eso de las cinco de la madrugada de ayer lunes, la intervención estaba concluida. Según las primeras impresiones, el resultado fue satisfactorio. A última hora de ayer, el paciente permanecía ingresado en la uci general del HUCA.

Los cirujanos encargados de implantar el hígado fueron Ignacio González-Pinto y Carmen García Bernardo. Además de cirujanos, intervinieron en el proceso anestesistas, enfermeras, auxiliares, celadores y algunos residentes, entre otros profesionales sanitarios. "La intervención salió muy bien. Era un paciente de cierto riesgo y entrañaba complicaciones. Fue una operación laboriosa", destacó González-Pinto, responsable del equipo quirúrgico del trasplante de hígado y catedrático de Cirugía de la Universidad de Oviedo. En estos 15 años, el HUCA ha realizado un promedio aproximado de 35 trasplantes de hígado anuales. El año que más, 42; el año que menos, 22. Este año van 15.