César Ceñera y su familia fueron de los primeros afectados por las cláusula suelo hipotecarias a las que la Audiencia Provincial reconoció el derecho a recuperar todo lo que habían pagado de más al banco. Y, sin embargo, "cuatro meses después de la sentencia seguimos sin cobrar una parte importante y sin saber nada del tema", destaca el langreano afincado en Oviedo, donde adquirió un piso de 250.000 euros para el que solicitó una hipoteca de 190.00 euros al Banco Popular. El préstamo traía consigo un contrato de permuta financiera "swap", que la entidad también fue condenada a devolver y por el cual ya ha abonado 16.550 euros. "Eso nos lo pagaron hace unos dos meses y medio", destaca el afectado, al tiempo que expone que recibió otros 3.000 euros debido a los intereses acumulados. Pero aún sigue esperando por los 16.000 euros más los atrasos que se le adeudan por la cláusula suelo. "Estamos hasta el gorro", resume César Ceñera, casado y con un hijo, que se quedó en paro hace cuatro años.

La familia afrontó entonces la hipoteca de 753 euros con el sueldo de su mujer, que trabaja como auxiliar de enfermerías. Tras la sentencia, la cuota "se ha rebajado 200 euros". Con respecto a la cláusula suelo, dice el afectado, no les queda otra que tener paciencia: "La Justicia ya dictó sentencia y ahora solo nos queda esperar". Y su experiencia le dice que el contacto directo con el banco para intentar acelerar el pago no es una opción. "Nos llamaron hace un año para tratar de negociar un acuerdo y no hemos vuelto a saber nada de ellos", destaca César Ceñera, que empezó su batalla legal en 2015, cuando ganó el primer juicio asesorado por José Antonio Ballesteros, abogado de la Unión de Consumidores. El mismo letrado ha interpuesto ya otra demanda para reclamar el cumplimiento del dictamen de la Audiencia Provincial y que se haga efectivo el pago. El afectado, ha realizado más movimientos legales: "Hace casi dos meses la procuradora volvió al juzgado, pero no logró nada".

De momento le toca esperar. "Estamos luchando contra Goliath", resume César Ceñera recetándose a sí mismo una dosis de paciencia contra el "hartazgo" producido por el retraso y la falta de información por parte de su banco. Incluso con el apoyo de los tribunales, continúa su batalla para recuperar lo que le cobraron de más por su hipoteca debido al efecto de la cláusula suelo.