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Con vistas al Naranco

Francia siempre marca caminos

A la espera del desenlace electoral en el país vecino

Francia siempre marca caminos

"¡Abajo el sistema!...¡Pero que se mantenga!"

El Roto, 25/4/17

Desde 1965 sigo invariablemente las elecciones francesas. En aquellas calendas me trasladaba de Bilbao a San Sebastián, donde se veía la televisión gala, con los minutos tasados de los antigaullistas, Mitterand, sobre cuya impronta he variado mucho de opinión, y la revelación centrista, Jean Lecanuet. Todos los medios y sondeos daban segura la reelección del General en una holgada primera vuelta. Pasados los años, cuando contemplé cómo en la RDA veían la televisión occidental bien era predecible que el Muro no duraría.

En la actual campaña deben extraerse claves españolas.

Se debería profundizar sobre la influencia de la corrupción cuando aquí ¡fieden! los casos Madrid / Barcelona, sin olvidar Valencia, Baleares, Murcia, Andalucía, Oviedo...¡Demasiado para el body!

Los socialistas en particular deberíamos plantearnos cómo Benoît Hammon, tan fuera de sitio, se hizo con la candidatura para alcanzar un diminuto seis por ciento. Segolène Royale, ministra y ex candidata en una segunda vuelta, ha dicho: "El PS no puede volver a ser lo que fue. No importa cómo se llame. Es tomar nota de lo ocurrido. La política cambia".

Eso es evidencia. Pero ¿cuántos franceses se acercarán mañana domingo a la tolerancia con el fascio? En distinto plano, me ha preocupado Jean Luc Mélenchon en la reciente noche electoral, pues llevo años viéndole replicar a Marine Le Pen mientras, a la hora de la verdad, vacila su voto de esta segunda vuelta, con el mismo errático morro que en Asturias lo hizo la marca gijonesa de Podemos en una grotesca consulta interna plebiscitaria. Es temible, lo que nunca imaginé, que sectores tradicionalmente obreristas se aproximen al populismo mientras otros cobardes lo afrontan con indignidad y / o no apoyan a demócratas perseguidos en otros países. ¿Puede llegar a ocurrir en España una catástrofe moral con la hipotética reagrupación de un voto antisistema? No parece fácil a corto plazo, aunque la tendencia es preocupante, muy preocupante, y la reacción analítica de la izquierda no siempre clarividente. Eugenio del Río y Errejón, en diálogo público, al que me prestó asistir, fueron especialmente agudos en este punto crítico. El veterano Julián Ariza ya me advirtió ha mucho de la inseguridad que todavía dan amplios sectores de la izquierda, en orden, pensiones, deslocalizaciones, calidad de vida...

Solo, en cualquier caso, la abstención por exceso de confianza impedirá que Macron, que personalmente no me convenció en absoluto como ministro económico de Hollande / Valls, sea Presidente.

Por otra parte, aunque sea asunto menor, me ha interesado la capacidad oratoria de Mélenchon moviéndose por el escenario, tal vimos hace treinta años a Alfonso Guerra en el ovetense Palacio de Deportes, y, sobre todo, Jean Luc en holograma en cinco mítines a la vez. Puede ser próxima práctica generalizada, tal fue aquí novedad el teleprompter de Liz Taylor en el Campoamor.

En aquellas elecciones del 65, Tixier Vignancourt, abogado del golpista General Salan, de extrema derecha, apenas llegó al cinco por ciento. ¡¡Es evidente que estamos en otras calendas!!

En fin, Francia marca, una vez más, sino el camino, caminos varios.

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