La Liga de Fútbol Profesional (LFP) no tiene constancia de las carencias de seguridad en el estadio Carlos Tartiere que denuncia la Policía Nacional en el informe remitido el pasado viernes al alcalde, Wenceslao López (PSOE), por el actual delegado del Gobierno y exregidor, Gabino de Lorenzo (PP). Así lo puso de manifiesto ayer a LA NUEVA ESPAÑA un portavoz oficial de la patronal presidida por Javier Tebas, en la que se agrupan los equipos de Primera y de Segunda división. No obstante, esas mismas fuentes aseguraron que, a la vista del contenido del documento policial, la Liga "tratará internamente con el club el asunto".

En concreto, la Policía alerta de graves deficiencias en el mantenimiento, fallos de seguridad en el estadio, un incorrecto control en el acceso al recinto, presencia de personas ajenas al club en las instalaciones y una falta de coordinación "evidente" al autorizar el Ayuntamiento actividades en las inmediaciones del Tartiere sin avisar a la Policía Nacional. En el contexto de "nivel de alerta Terrorista IV", el documento alerta de que se está provocando un "grave riesgo" al "facilitar el Consistorio llaves de apertura de puertas a peñistas y demás personal del que se desconoce cualquier dato". Además de la presencia de personal sin ningún tipo de control, la Policía Nacional también alega un deficiente funcionamiento de los hidrantes en el entorno del Tartiere para la adecuada actuación de los bomberos.

Fuentes del Real Oviedo aseguraron ayer que el club ya trasladó al Ayuntamiento las deficiencias del estadio y precisaron que si hay puertas que quedan abiertas por la noche, como desveló ayer LA NUEVA ESPAÑA, no es responsabilidad suya. Además, explicaron que es el Consistorio quien decide el destino de sus gastos en el Tartiere.