La polémica sobre la seguridad en el entorno del Carlos Tartiere, iniciada el pasado viernes por un informe que el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, traslado al Ayuntamiento, vivió ayer un nuevo capítulo. Un día antes de que los dos responsables de la administración central y local se vean hoy las caras para tratar de estos problemas en la junta de seguridad local, De Lorenzo ha vuelto a enviar un comunicado al Alcalde de Oviedo, Wenceslao López, indicándole, esta vez, las intervenciones realizadas durante el fin de semana en las cercanías del Tartiere con motivo de la celebración de un festival de rock.

De Lorenzo destaca que, con motivo de la celebración, el viernes y el sábado, del festival "Otero brutal fest", se realizó un despliegue policial especial que acabó con 30 incautaciones de droga, 4 armas requisadas y un detenido. La detención, por agresión a un agente, se produjo cuando un hombre al que previamente le habían intervenido cinco dosis de una "sustancia pulverulenta blanca, presumiblemente cocaína", señala la nota, empezó a insultar a los agentes. Tras negar a identificarse, la Policía intervino y el detenido propinó una patada al agente.

Según los organizadores del festival, tanto la jornada del viernes como la del sábado transcurrieron con normalidad. "No pasó nada de nada dentro del recinto, salvo tres mil personas pasándolo bien". La organización lamentó verse envuelta en peleas políticas y explicó que son una asociación sin ánimo de lucro dedicada a hacer conciertos.