La asistente de la vecina de la puerta A del séptimo piso fue quien dio la voz de alarma y permitió la pronta respuesta de los vecinos. "Salió pidiendo auxilio y de su casa salía mucho humo. Enseguida cogió a la señora, que está en silla de ruedas, y se fue corriendo". Los residentes del portal número siete de la calle Marqués de Santa Cruz de Oviedo relataron ayer, a escasos de la vía en la que están situadas sus casas, cómo un incendio que se saldó sin heridos les obligó a abandonar sus casas. Al lugar del suceso, que llevó a las autoridades a cortar la céntrica calle al tráfico, se desplazaron varias patrullas de la Policía Local, un vehículo de Protección Civil y dos camiones del cuerpo de bomberos. A la zona se desplazó incluso una ambulancia que, no obstante, no tuvo que trasladar a ninguno de los vecinos al hospital y que abandonó la zona poco después de las nueve de la noche, hora en la que los agentes municipales informasen a los residentes del edificio de que la situación estaba totalmente bajo control.

Después de que la asistenta abandonase a la carrera el piso cargando con la anciana que vive en él, los vecinos, llamaron a la Policía y los bomberos y salieron también con premura a la calle. La mujer mayor y su acompañante recibieron atención sanitaria en el propio portal, donde la anciana esperó la llegada de su familia, y ningún otro residente necesitó de las atenciones del personal desplazado. En la zona se vivieron momentos de tensión desde que, entorno a las ocho y media de la noche, el humo hizo evidente la existencia de fuego en el interior de la vivienda. Fuentes policiales señalaron que el fuego se originó a una de las habitaciones, en la que se calcinaron todos los muebles. Otras partes de la vivienda, que quedó en estado inhabitable, sufrieron también daños a consecuencia del calor y el humo. Mientras los bomberos ventilaban la planta quemada, los vecinos detallaron la premura con la que actuaron los cuerpos de seguridad.

"Yo vivo en el noveno y salí en cuanto vi el humo. Por las escaleras ya me encontré con la Policía que subía hacia el incendio", comentó uno de los residentes, que se refugiaba bajo la lluvia con un paraguas y comentaba el suceso con el resto de habitantes del edificio. Al otro lado de la calle, en la acera que discurre junto al Campo San Francisco, se detuvo un buen número de curiosos, interesándose por el estado de los afectados. El susto que produjo el despliegue se fue mitigando al comprobar la ausencia de heridos.

El cierre al tráfico de la vía desde la intersección con Santa Susana hasta Suárez de la Riva, obligó a redirigir a los vehículos a las calles del entorno sin que se produjesen atascos de relevancia en la zona.