El pasado 21 de abril el concejal de Economía del Ayuntamiento de Oviedo, Rubén Rosón, autorizó el pago de 32,8 millones para liquidar la deuda de "Villa Magdalena". La empresa expropiada en todo este largo proceso de casi veinte años, Comamsa, ha firmado el recibí pero ha añadido un advertencia al Ayuntamiento de Oviedo. No será el último pago por el palacete de la Avenida de Galicia. Al menos no si de ellos depende. La expropiada acaba de avisar al Ayuntamiento de que el último cobro por la expropiación de "Villa Magdalena", con el que se deja la factura en unos 62 millones de euros, no salda la deuda y que seguirá pleiteando para cobrar lo que considera que le corresponde.
El nuevo pleito que todavía deja una herida abierta en la expropiación más gravosa que haya llevado a cabo el Ayuntamiento de Oviedo hasta la fecha no tiene, en realidad, tanta novedad. Después de que el Tribunal Supremo diera la razón a la expropiada y mandara pagar al Ayuntamiento 32,8 millones más, se inició un nuevo proceso por el que Comamsa solicitó revisar las cantidades que se le debían.
Unos meses después del fallo del Supremo, en octubre del año pasado, Comamsa planteó ante el TSJA discrepancias respecto al pago de intereses, exigiendo el devengo de los mismos desde febrero de 1997 y no marzo de 2007, lo que aumentaría la factura en medio millón de euros. También discutía en ese pleito la deuda principal, pues Comamsa mantiene que la tasación debería realizarse en 45,7 millones y no en 44,2, al no haberse tenido en cuenta la valoración inicial del garaje, lo que supondría un incremento de otro millón y medio de euros en la cuenta.
El Tribunal Superior de Justicia de Asturias quitó la razón a Comamsa y en diciembre del año pasado rechazó todas sus peticiones, evitando la revisión de esos flecos que podrían haber incrementado la factura de la finca y palacete de la Avenida de Galicia en, al menos, dos millones de euros más.
Con la sentencia del TSJA en la mano, el Ayuntamiento de Oviedo ha querido apurar los plazos y saldar la deuda. Pero Comamsa ha cogido el dinero y ha dejado un aviso para Rosón: La sentencia del TSJA ha sido recurrida de nuevo en casación y, por tanto, no renunciará a discutir todos esos flecos económicos hasta que no haya una sentencia del Supremo.
