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Aprender a "reiniciar un corazón" al ritmo de "La Macarena"

Los alumnos de Santa María del Naranco hacen prácticas de primeros auxilios

Andrea Irimía, con un grupo de alumnos. MIKI LÓPEZ

Tres mantas lucen extendidas en el suelo de la clase y, sobre ellas, tres maniquíes. A su alrededor, un grupo de alumnos de 6º de Primaria del colegio Santa María del Naranco (Alter Vía) siguen las instrucciones de varios profesionales sanitarios para aprender a realizar compresiones torácicas. Antes de apoyar sus manos en el pecho de muñeco para comprimirlo en repetidas ocasiones, como deberán hacer si en algún momento se encuentran ante la necesidad de reanimar a una persona inconsciente, reciben algunas nociones teóricas. Para emprender la tarea con garantías.

"¿Cuando no funciona el ordenador qué hacéis?", pregunta Pablo Herrero, padre de uno de los alumnos y trabajador de Urgencias del HUCA. "Reiniciarlo", responden tímidamente algunos de los estudiantes. "Pues este es un problema similar", replica el médico para describir las compresiones torácicas. Añade que llegados a este punto se tienen que realizar unas cien por minuto. Una cuenta difícil de llevar. Por eso les recomienda que se guíen por algunos clásicos musicales y sigan el ritmo de las canciones "Staying Alive" o "La Macarena".

Antes de llegar a este punto, Pablo Herrero advierte de que lo primero que deben hacer los chicos es comprobar si la persona que necesita ayuda está realmente inconsciente.

Luego deben llamar al 112 y comprobar si hay respiración. En caso afirmativo deben colocar al herido de lado. Y en la situación contraria iniciar las comprensiones torácicas para apretar el corazón, y que bombee sangre al cerebro para que el paciente reaccione. "Son cosas que todos podemos hacer y que pueden salvar una vida", dice el experto, que en los encuentros con las distintas clases de 6º de Primaria, que se celebraron a lo largo de esta semana, estuvo acompañado de Joaquín Vázquez, su compañero en el HUCA y Andrea Irimía, que trabaja en Urgencias del hospital Álvarez Buylla, de Mieres.

"Es muy interesante, y si pasa algo sabes cómo reaccionar", señala Silvia González, una de las alumnas que recibió las clases de primeros auxilios y que recita de carrerilla todos los pasos que debe seguir en caso de encontrarse ante una emergencia de este tipo. Añade que, "además de aprender, es muy divertido" y que los médicos le enseñaron también cómo actuar ante un atragantamiento, pidiendo al afectado que tosa. Si no alcanza a respirar, se debe pasar a presionar su barriga con fuerza para despejar las vías respiratorias. "Un niño de once años ya tiene fuerza suficiente para hacer compresiones torácicas", resalta Pablo Herrero, que imparte este tipo de lecciones en el colegio por primera vez.

La iniciativa, concluye, es "muy divertida", y los niños se integran enseguida "porque es distinto a su rutina habitual en el aula". El padre y ponente de las clases de primeros auxilios revela también que acuden por primera vez al Santa María del Naranco y que fueron las profesoras del centro las que les propusieron poner en marcha "una experiencia que ha sido muy buena para todos".

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