Cristina Pontón (Oviedo, 1973) es la portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida. Con su entrevista, LA NUEVA ESPAÑA prosigue el balance a estos primeros dos años del nuevo equipo de Gobierno, que llega ahora al ecuador de su mandato.
- Dos años de gobierno, ¿diagnóstico?
-Fueron duros, pero ahora reina la cohesión. Al inicio no hubo la estabilidad recomendable. Las condiciones no eran propicias. Nos estábamos conociendo, un gobierno a tres no es fácil y las circunstancias, las herencias del PP, lo dificultaban todo. Pero se ha ido solucionando, y hoy hay estabilidad institucional en torno al Alcalde. IU apostó pronto por esta estabilidad, y ya hemos decidido en asamblea ser un elemento tensor y afianzar la situación.
- ¿Llegarán juntos al final?
-Les pesará a muchos, pero sí, el tripartito va llegar junto hasta el final del mandato.
- Habla de cohesión en una semana con fuertes roces entre Somos y el PSOE.
-Las tensiones a cierto nivel son normales e incluso recomendables. Somos un equipo plural y variado, y lo que no podemos permitirnos es que cada uno pierda su identidad. Va a seguir habiendo ciertas tensiones, pero minimizadas. Lo que está claro es que esto no es igual a lo que había hace año y medio. Después de todo lo que pasamos, esto son minucias.
- Tragedia de Uría al margen ¿cuáles han sido los momentos más complicados?
-Hubo un montón de contratiempos y nos estallaron un montón de cosas: el Asturcón, Recaudación, las sentencias de los planes de empleo, "Villa Magdalena"? Pero esto es como un embarazo y un parto, cuando ya lo vas superando lo olvidas. Palos en las ruedas los hubo todos, pero en la adversidad también se genera cohesión,
- ¿Cómo valora la vuelta a lo público de Recaudación?
-Un objetivo cumplido. Tenemos remunicipalizado el servicio, una plantilla y se erradica una aberración perpetrada por el PP. También es un ejemplo de la distinta identidad de los grupos de gobierno. Nosotros entendíamos que se debería hecho de otra manera, porque siempre defendimos los procesos puente, que permitan dar la vuelta a lo público sin daños colaterales. Y esta sí es una postura que nos diferencia de los otros dos grupos. Esto no impidió que la remunicipalización de la Recaudación se haya llevado a término más o menos felizmente.
- ¿Cuáles son las líneas maestras para los dos próximos años?
-Estamos centrados en la gestión diaria, en sacar adelante los proyectos ya iniciados y en atender a los ciudadanos. En la concejalía de Iván Álvarez (Empleo), por ejemplo, hay que convocar todas las plazas que se pueda. Si no tienes personal es imposible sacar proyectos. Tanto en Personal como en Cultura, nuestras áreas, es fundamental. Tenemos pendiente una revisión del acuerdo de gobierno y queremos sentarnos a negociar ya el presupuesto de 2018. No aprobarlo a tiempo otra vez es un lujo que esta ciudad no se puede permitir.
- La oposición critica a Sánchez Ramos una política cultural de recortes.
-La oposición tiene que hacer su trabajo. Desde la concejalía de Cultura se mantuvieron las cosas que funcionaban, no se llegó segando lo anterior. Y se implementaron cuestiones importantes, como llevar la cultura a los barrios, el cine, la ópera. No hay un cambio de modelo cultural radical pero sí progresivamente se le fue dando otro tinte.
- En otras cuestiones, como los premios "Princesa" sí se han mostrado más tajantes. Llegaron a pedir que se eliminara la subvención.
-En una negociación todos tienen que ganar, y a veces tienes que rebajar las expectativas por el bien de todos, de que todo sea bueno para la ciudad. Quizá nuestras premisas parezcan radicales, pero la subvención a los Premios no va a estar en peligro. Otra cosa es que nos gustaría que se diera o no. Los Premios no están en entredicho porque van a seguir recibiendo ese dinero, y si no lo recibieran, la Fundación está financiada por las grandes fortunas de este país. Nuestra preocupación no es por la subvención, es por el lugar que alberga algunos actos, el hotel de la Reconquista.
- ¿Qué reclaman?
-La Fundación no tiene responsabilidades en el hotel, pero pido solidaridad y sensatez. El conflicto laboral del Reconquista repercute en la calidad del servicio, y eso afecta a la atención de galardonados y jurados, sin entrar a hablar del mantenimiento. La Fundación debería pensarlo.
- Usted procedía de la lucha social, ¿cómo ha vivido entrar en las instituciones?
-Es un choque frontal contra una realidad que desde fuera intuyes pero no conoces. Cuando llegas aquí después de reivindicar en la calle, encuentras trabas burocráticas y administrativas, y eso provoca frustración.
- ¿Qué pasa con el puesto de gerente de Cultura?
-En lo laboral, a veces surgen fricciones, hay que sentarse, hablar y resolverlo.
- Tienen un nuevo coordinador de IU Oviedo, que es concejal de gobierno. ¿Habrá reestructuración?
-El cambio de coordinador no significa más cambios.
- ¿Y las posibles candidaturas para las próximas elecciones? ¿las alianzas con Somos?
-No es el momento de pergeñar una candidatura, se decidirá en primarias. Si seguimos el camino de respeto mutuo, podría buscarse una fórmula. Me refiero a la confluencia, que es una palabra que no me gusta. Ahí quizá habría que dar un paso más y pensar en la generosidad desde el espíritu de renuncia. Si se da ese caso, IU no va perder su identidad, pero sí tenemos que buscar el mejor acuerdo para mantener un gobierno de izquierdas en Oviedo. Eso nos va a unir. La fórmula puede ser una figura de cohesión que no esté ligada a ninguno de los dos partidos.
- ¿Cómo ve a la oposición?
-Ciudadanos está centrado en el lamento de que no pasan sus mociones o en decir que gobernamos con ideología. Todavía llevan la "L", a ver si la van quitando. En el caso del PP, con lo que tienen en casa es más que suficiente. A nivel nacional, regional y local, está enfermo de corrupción, y están más centrados en sus visitas al juzgado que en hacer oposición.
- La tensión en los plenos con Caunedo van en aumento.
-Cuando estás investigado y no dimites, es a lo que te arriesgas,
- ¿Siente que la ciudadanía los ha aceptado como gobierno?
-Cuanta más estabilidad haya, más calará este gobierno. Mucha gente no nos votó y tienes que demostrar que puedes gobernar para ellos. Después de tantos titulares de "el tripartito se rompe", haber llegado a los dos años de gobierno es un logro.
