De Oriente a Occidente la feria de la Ascensión bate las alas y da vuelo a los costados de la región. En el certamen ganadero y etnográfico de Oviedo se puede pasear sobre las alfombras florales de la localidad llanisca de Cue, visitar a las monjas de Valdediós y desplazarse hasta Cangas del Narcea a través del sentido del gusto para probar los productos de la villa, en un completo viaje de punta a punta de Asturias sin salir, en este caso, de la losa de Renfe, donde están instaladas las carpas con sus exposiciones de productos. Lo mejor de la cultura, la artesanía y la etnografía asturiana se puede ver este fin de semana no sólo en la Losa, sino en las plazas de Porlier y ante la Catedral, donde está instalado el "Mercáu astur", y también en el polígono de Olloniego-Tudela. Allí se celebra el aspecto más puro de la feria, los tratos con ganado, que se rematan mañana con la exhibición de los mejores ejemplares. En todos los escenarios eran llamativas las medidas policiales de seguridad.

Arrancó ayer, a mediodía, la feria con la inauguración oficial y la representación municipal a pie de carpa. La primera visita de la lluvia llegó a los pocos minutos del pistoletazo de salida oficial. Y ya fue una constante durante toda la jornada. El enorme chaparrón de la tarde deslució el "Mercáu astur" instalado entre la Catedral y Porlier. "Esperamos a la gente el sábado y el domingo", se conformaba el vendedor José Manuel Otero. En cada carpa, en cada esquina de la feria, los ojos estaban en la previsión del tiempo para hoy, cuando menos incierta.

El certamen de este año es el de los estrenos. Los habrá mañana, con el multitudinario desfile que promete -si el tiempo lo permite- llenar la calle Uría de principio a fin. Pero también se pueden ver cada momento en la carpas de la Losa. Son una novedad, y de las grandes, las carmelitas samaritanas del Corazón de Jesús, que dejaron ayer por unas horas el monasterio de Valdediós para participar alegres en la gran feria asturiana del campo. La hermana Bernardette no daba abasto a vender los diferentes productos que elaboran en el cenobio maliayés. "Las hermanas estamos especializadas en hacer productos concretos: dulces, patés, mermeladas y hasta de cosmética que, como en todo lo que hacemos, está elaborada sólo con productos naturales". De estos últimos se encarga la hermana Verónica, que además, como es médica, sabe muy bien lo que se lleva entre manos. "Cada una trabajamos con los dones que Dios nos dio", resumió la hermana Bernardette, uruguaya de nacimiento y desde hace un año asturiana de adopción. Es su presencia en la Ascensión una buena forma de celebrar el primer año de la orden en Asturias, que el 10 de junio lo rematarán por todo lo alto en el monasterio, coincidiendo con la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.

Las alfombras florales de la localidad llanisca de Cue también debutan en esta fiesta y lo hacen de la mano de la agrupación internacional "Sabugo, ¡Tente Firme!", y con la presencia de dos coritas vestidas de aldeanas, Belén Arias y Carmen María Rodríguez, que además participan activamente en la elaboración de las vistosas alfombras florales. Las alfombras se extienden tradicionalmente por las calles de la localidad costera del Oriente durante las fiestas de la Sacramental. "Es un trabajo de equipo que incluye el diseño, la recogida de las flores y su posterior elaboración", explicó Alberto Herrera, director de baile de esta formación folclórica y cultural.

El Ayuntamiento de Cangas del Narcea fue otro de los que se estrenaron ayer en la Ascensión con "La nuesa cultura canguesa". Vanesa Rodríguez y Flor Menéndez empezaban a preparar picadillo en el típico llar, mientras al lado se elaboraba pan artesano. Frente a ellas, toda la maquinaria necesaria para hacer sifón, auténtica arqueología industrial. Y como no podía faltar, también estaba presente el vino de Cangas, caldo que hoy podrá degustar la delegación alemana que llegará a Oviedo para inaugurar la línea aérea entre Munich y Asturias.

Entre los clásicos, desde la localidad sierense de Valdesoto llega la muestra "Como yera antes", alrededor del clásico bar-tienda, ante su última carroza, que llevarán a San Mateo, con forma de ermita rural.