"Esos árboles de ahí son manzanos y los plantaron hace dos años los alumnos de 6º de Primaria". Claudia Fernández, como el resto de alumnos del colegio Baudilio Arce, conoce a la perfección toda la flora que crece en las instalaciones de un centro que ha sacado las lecciones al jardín. Con el desarrollo de un proyecto que combina los programas de medioambiente y salud, bilingüismo, nuevas tecnologías y biblioteca, han creado un inventario de todas las especies que tienen en el entorno. Una tarea que ha involucrado a 440 alumnos y que ha permitido identificar los 54 árboles y arbustos de 21 especies diferentes que dan vida los espacios verdes que rodean los patios y aularios. Así, con "Los árboles del Arce", un trabajo en el que se ha implicado también por completo el profesorado, el Baudilio se ha dado cuenta de que es "el colegio mejor dotado en cuanto a naturaleza de toda la ciudad", señala Ludivina García, jefa de estudios del centro.
"Nos gusta mucho la naturaleza y además aprendemos mucho", comentan a coro los alumnos de 6º de Primaria. "Hemos tenido que hacer presentaciones sobre los distintos árboles", apunta la estudiante Lucía Collazo mientras su compañero de clase, Carlos Fernández, explica que a cada grupo le tocó una especie distinta. "Utilizamos internet para recopilar información", remata César Alonso. Pero no todos los niños han realizado los mismos trabajos y las tareas se han adaptado a su edad. Además de utilizar las nuevas tecnologías han realizado dibujos y manualidades e Infantil se ha centrado en unas pocas especies como el arce o el nogal.
Sus compañeros más mayores se encargaron de la parte más sofisticada del proyecto, que incluye la elaboración de un plano interactivo con todos lo árboles. Al hacer clic sobre ellos, además, se abre una ventana con información y detalles de cada especie. Para generar esos dosieres los niños se han valido también de enciclopedias clásicas y han aprendido a utilizarlas. "Desde que apareció Wikipedia apenas se usan, los críos no sabían ni que los términos estaban ordenados de forma alfabética", explica la jefa de estudios. Para sacar adelante el trabajo ha sido fundamental la colaboración de Parques y Jardines, que depende de la concejalía de Infraestructuras y Servicios Básicos, explican desde el centro. La dirección del colegio hace una mención especial de Miguel Ángel Gilsanz, técnico del departamento, que ha ayudado a profesores y alumnos a identificar los árboles y arbustos de las zonas verdes del Baudilio Arce.
Y todo el trabajo da resultado. Los críos se han convertido en auténticos expertos. "Los frutos del níspero se comen pero no los arrancamos, los dejamos para los pájaros y otros animales", comentan los alumnos mientras pasean por jardín, desvelando detalles de las hojas y troncos que han estudiado. "Nosotros trabajamos en profundidad el álamo. O chopo, porque se puede llamar de las dos maneras", dice Alba Rodríguez, de 6º de Primaria. La alumna forma parte, además, de la patrulla de jardinería que se encarga de cuidar todo lo que hay plantado en los alrededores y en el propio centro. Cuidan los suelos y macetas y lo que crece en ellas y tienen un rincón habilitado dentro del colegio para realizar sus trabajos.
"A mi me tocó el aligustre", comenta la estudiante Ana Soriano, antes de añadir que "en algunos sitios de Asturias se conoce como San Juanín". Como el resto de sus compañeros, aprovechó la época de poda para aprender aún más sobre la vegetación y demuestra que conoce a fondo el aligustre: "Es un arbusto que se utiliza en decoraciones y cuyo tronco puede llegar a medir varios metros". Otros alumnos que pasean por los jardines recuerdan que el entorno del céntrico colegio ovetense está habitado por salamandras y todos los estudiantes cuidan de ellas, mostrando también su preocupación por la fauna. Cuando los niños llegaron al tema de los anfibios realizaron también un trabajo sobre estos animales y acudieron, incluso, a ver en el teatro Filarmónica el documental que protagonizan "Los últimos dragones de Oviedo". La película se centra en la población de salamandras de la ciudad que da nombre a la especie y sirvió a profesores y alumnos para realizar una serie de trabajos con los que disfrutar y aprender.
Como colofón al proyecto sobre los árboles, el Baudilio Arce se esmera en la creación de una serie de carteles para colocar en la base de cada uno de los troncos que crece en sus jardines. Cada señal llevará el nombre del árbol o arbusto y tendrá también una pasarela hacia el mundo digital a la que darán acceso dos códigos QR. "Para que los niños, con el móvil de papá y mamá, puedan acceder a la información", señala Ludivina García. Se habilitarán de este modo un par de presentaciones, una en castellano y la otra en inglés, para saciar la curiosidad de quienes paseen por las instalaciones y tengan a mano un teléfono inteligente o una tableta con conexión a internet.
Esta parte del trabajo no estará lista hasta el curso que viene pero "Los árboles del Arce" no se detiene. El próximo lunes, por ejemplo, el colegio recibirá la visita de Ignacio Abella, investigador de las labores relacionadas con la madera, con quien los niños continuarán navegando en el conocimiento de la flora. Una actividad más para un proyecto multidisciplinar diseñado para que los niños aprendan sobre las especies vegetales de una forma divertida mientras practican con el inglés o las nuevas tecnologías y realizan sus primeros trabajos de investigación.
