Acabar con las incomodidades de los ganaderos en el recinto de Olloniego y, de paso, dotar a la localidad de un espacio en el que poder acoger más eventos. Ese es el doble objetivo que se pone como meta en un plazo "de entre tres y cinco años" el concejal de Cultura y Festejos del Ayuntamiento de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos "Rivi", que ayer hizo un balance muy positivo del fin de semana festivo de la Ascensión.

Sánchez Ramos achacó los problemas denunciados por los usuarios del recinto ferial de Olloniego a su carácter provisional. "Todas las estructuras que son así -temporales- tienen dificultades", dijo para luego apostar por un ambicioso proyecto que dé respuesta a las quejas. "El gran reto es preparar un proyecto para asentar un gran mercado que va a superar todo lo conocido en Asturias", anunció en clara referencia a los que estos días reivindican las comodidades del recinto de Llanera, sede de la feria hasta hace dos años.

Por otro lado Sánchez Ramos destacó el "acierto" que supuso para la festividad la participación de las collas del barrio barcelonés de Sarriá. A juicio del concejal de Culutura, esta actividad servirá de punto de partida para más intercambios. "Ahora van a reclamar en Barcelona actividades de nuestra cultura y folclore", vaticinó el edil tras la gran acogida del espectáculo de "correfocs" representado el sábado por los tres colectivos catalanes invitados.

No menos satisfecho se mostró por el gran poder de convocatoria que tuvo el desfile folclórico por la calle Uría en el que participaron alrededor de 900 personas pertenecientes a 27 bandas de gaitas y grupos folclóricos de diferentes puntos de la región. Son cifras que aspira a superar en próximas ediciones para hacer del evento una cita marcada en rojo en el calendario del folclore. "Queremos que se convierta en el desfile de folclore de Asturias", aseguró un Roberto Sánchez Ramos que ayer se pasó por la plaza de España para recoger uno de los 7.000 bollos repartidos este años por la Sociedad Ovetense de Festejos.