Nunca llueve a gusto de todos. Mientras los vecinos de Ventanielles y Guillén Lafuerza festejan los avances del proyecto del Bulevar de Santullano -el Ayuntamiento de Oviedo ha conseguido una financiación de 10,3 millones de euros de ayudas europeas para el plan- los que residen en la zona de Otero y San Lázaro temen que la urbanización de parte urbana de la autopista desvíe todo el tráfico hacia sus barrios. "Tememos que al llevarse a cabo ese proyecto se colapse la zona de coches porque mucha parte del tráfico utilizará la rotonda de Fozaneldi para acceder a Oviedo y se desviará por nuestra zona. Eso podría traer bastantes problemas", afirma Araceli González, vicepresidenta de la Asociación de Vecinos de Otero y San Lázaro.

Al igual que ocurrió con el movimiento Imagina un Bulevar, los vecinos del entorno de la Ronda Sur están iniciando una serie de reuniones para hacer fuerza y solicitar que la carretera "se integre de una vez" con el resto de la ciudad. No quieren otro bulevar. Araceli González, por ejemplo, sabe que "eso cuesta mucho dinero y que no están las cosas como para obras faraónicas", pero sí exigen "una serie de medidas peatonales" para que la Ronda Sur no siga siendo una barrera separadora entre barrios. "Lo primero que pedimos es una salida rodada desde Otero y Villafría a la Ronda Sur, que no la hay", señala Araceli González. "Pero además necesitamos que la carretera deje de separar la ciudad. Es una vía en la que los coches van a cincuenta kilómetros por hora y hace tiempo que es una calle más de la ciudad, ya no es una ronda. Lo que hay que hacer es tomar medidas para vertebrar Oviedo, aunque la forma aún está por ver", subraya la vicepresidenta del colectivo vecinal de Otero y San Lázaro.

Los vecinos consultados por este diario no están en contra del proyecto del Bulevar de Santullano, ni mucho menos, pero consideran que "la zona de Otero y San Lázaro, así como todos los barrios que están separados, necesitan soluciones para que la Ronda Sur no sea un problema".