Los dos espacios que la ciudad dedica al fomento de la actividad emprendedora y el apoyo a los jóvenes talentos, el Talud de La Ería y el Vivero de Ciencias de la Salud de La Corredoria, cumplen cuatro años en funcionamiento con los mejores datos de actividad y uso desde su apertura, según destacan fuentes municipales.

Durante los años 2015 y 2016 se desarrollaron un total de 429 actividades de formación, cifra que duplica de la primera etapa, con 235 eventos en los años 2013 y 2014. El nivel de actividades se mantiene y los datos de 2017 seguirán la tendencia de los dos anteriores: hasta el 31 de mayo de este año se han realizado ya 146 actividades, subrayan las mismas fuentes del Ayuntamiento.

También ha crecido del número de usuarios que utilizan a diario estos espacios para trabajar, pasando de 50 a 150 personas en estos cuatro años de funcionamiento. Además, desde 2015 se han constituido más de 60 nuevas empresas, una cifra que ha ido progresando desde el arranque inicial, con 7 empresas creadas en los primeros dos años.

El concejal de Economía Rubén Rosón explica que algunas de las claves del éxito y la evolución de estos espacios tienen que ver con la inserción de dos nuevas líneas de trabajo: la línea "joviemprende" y la del "envejecimiento activo". También ha influido, explica Rosón, "la inclusión de la economía social y colaborativa al programa, con la incorporación de la Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado y Economía Social (ASATA) y su labor de seguimiento y tutorización para proyectos cooperativos, abriendo nuevas fórmulas y oportunidades laborales"