La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un investigador italiano sostiene que el Sudario es falso y lo data en el siglo VIII

Andrea Nicolotti, de la Universidad de Turín, dice que la reliquia de Oviedo es una de las muchas que en el Medievo se hacían pasar por auténticas

El Santo Sudario, expuesto en el altar de la Catedral durante la misa de la Perdonanza, en septiembre del año pasado. IRMA COLLÍN

El investigador de la Università degli Studi de Turín Andrea Nicolotti sostiene que el Sudario que se custodia en la Cámara Santa de Oviedo y que según la Iglesia cubrió el rostro de Jesucristo tras su crucifixión es falso. Asegura que no es más que una de las muchas reliquias similares que durante la Edad Media se veneraban por toda la cristiandad y data el lienzo de la Catedral ovetense en el siglo VIII.

Las afirmaciones del profesor italiano aparecen recogidas en un artículo publicado en el último número de la revista "Territorio, sociedad y poder", editada por la Universidad de Oviedo y dirigida por la historiadora del Arte Raquel Alonso.

En "El Sudario de Oviedo: historia antigua y moderna", como ha titulado su artículo, Nicolotti hace recuento de las reliquias similares al Sudario de Oviedo dispersas por toda la cristiandad, desde Aquisgrán hasta Roma, Toledo y por distintas ciudades francesas y alemanas. Había decenas y decenas de lienzos que, según el historiador italiano, eran presentadas como parte de la mortaja de Jesús.

Es posible que alguno fuera auténtico, pero en el caso del Sudario de Oviedo queda descartado, según Nicolotti. Primero, porque según sus datos la tela no es anterior al siglo VIII y porque la técnica que se utilizó para tejerlo no se conocía en Israel, de donde supuestamente salió.

El historiador se refiere también al acta de apertura del Arca Santa, en cuyo interior se supone que el Sudario llegó a Oviedo, como a un "documento problemático", ya que no se guarda el original, de 1075, sino dos copias del siglo XIII, sobre cuya autenticidad hay dudas.

Añade, por otra parte, que el Sudario no aparece citado en las fuentes documentales hasta el último cuarto del siglo XI. Destaca además que fue incluso ignorado por entero durante casi cuatrocientos años, concretamente entre los siglos XII y XVI.

Andrea Nicolotti atribuye la fabricación del Sudario a intereses políticos y clericales, que van más allá de lo espiritual. "Su existencia puede considerarse uno de los efectos de los esfuerzos conjuntos que el clero y la política realizaron para proveer una legitimación histórica y propagandística a la supremacía de la sede de Oviedo", sostiene.

En la actualidad, "su creciente fama, sobre todo mediática", en palabras del propio Nicolotti, es fruto de la "poderosa propaganda" de la Sindonología. Esa es la tesis del investigador de la Universidad de Turín.

El italiano se refiere a la Sindonología como a una "pseudociencia" que presenta el Sudario de Oviedo "como una reliquia auténtica". Andrea Nicolotti menciona concretamente a Monseñor Giulio Riccio, fundador del Centro Romano de Sindonología y que en el año 1966 pone por escrito su teoría de que el Sudario y la Sábana Santa de Turín habían cubierto a la misma persona, porque sus manchas coincidían. El Centro Español de Sindonología reconoce a Giulio Ricci como pionero en el estudio del lienzo que se guarda en Oviedo.

Andrea Nicolotti no da ningún crédito a los estudios de Riccio y sus seguidores. "Todo lo que está sucediendo en Oviedo no es más que la repetición de los que ya ha sucedido en Turín", afirma y hace constar que "recientemente, el Arzobispo de Oviedo (Jesús Sanz) ha elogiado públicamente a los sindonólogos y ha acusado de falta de rigor científico a los estudiosos normales. Ni siquiera en Turín, donde la sindonología existe desde hace más de un siglo, una autoridad eclesiástica había tomado jamás una posición tan extrema, que por otra parte no le compete", añade además.

Compartir el artículo

stats