"Orbaye, nieve o haga sol aquí nada nos quita las ganas de fiesta". Así de animada se mostraba la vecina de Olloniego Carmen Barbosa tras presenciar un colorido desfile de 200 personas que sirvió para poner la guinda a las tres intensas jornadas de las fiestas locales de San Antonio con la participación de media docena de carrozas que el público recibió entre carcajadas.

Las temáticas que envolvieron a los vehículos participantes fueron de lo más variadas. Por las calles de Olloniego no faltó ni siquiera un grupo rociero con guitarrista incluido y varias sevillanas que animaron a más de uno a sumarse a unos movimientos de manos que nada tuvieron que envidiar a los de las auténticas folclóricas. Cortejo al que se sumó también un John Travolta acompañado por un grupo de amigos que compartió protagonismo americano con un gran haiga que dejó boquiabiertos especialmente a los más pequeños.

Fueron también protagonistas los niños en la carroza dedicada a la tienda de ultramarinos Beli, una clásica estampa a la que acompañaron varios escolares disfrazados de frutas y otros alimentos al son de los diferentes ritmos musicales impuestos por la banda de gaitas y las improvisadas charangas protagonizadas por los más fiesteros del pueblo.

La serpiente de color conformada por viandantes fue sólo el acto central de una jornada que culminó en el prado de la fiesta con el tradicional reparto del bollo, primero, y una posterior verbena que tuvo como protagonistas a los grupos "Nostalgias" y "Versión Original". No obstante, el ambiente festivo se respiró desde las once de la mañana cuando comenzó el pasacalles a gaita y tambor previo a la procesión del mediodía que llevó a San Antonio desde la iglesia hasta el centro neurálgico de las celebraciones, donde tuvo lugar la celebración de la misa que también se dedicó a San Pelayo.