La Florida y Santullano, dos barrios muy distintos pero con igual espíritu festivo. El primero, nuevo y populoso; el segundo, cargado de historia. Ambos finalizaron ayer sus fiestas, y lo hicieron repartiendo el clásico bollu preñáu acompañado de la imprescindible botella de vino.

El balance no pudo ser mejor para los organizadores de los festejos. El vecindario siguió siendo fiel a las dos citas, lo que según los organizadores les da más fuerzas si cabe para organizar las del próximo año.

Los festejos de San Antonio de La Florida fueron los más multitudinarios que se recuerdan. Hasta diez mil personas se dieron cita este fin de semana. Ayer, además y para rematar las jornadas de celebración, vendieron un millar de bollos de chorizo.

Javier Muñiz, uno de los organizadores musicales, estaba más que satisfecho ayer a última hora de la tarde. "Acertamos con el programa musical, que es una de las claves, lo que nos hizo superar la afluencia de años anteriores".

En este sentido apuntó a la actuación de la famosa orquesta "París Noia", que ayer por la noche puso el broche a estos días de fiesta. "El viernes ya empezamos fuerte con el grupo 'Tekila' que tiene mucho tirón en Asturias, igual que los gallegos de 'Triunfo'; un gran cartel musical por el que apostamos y que fue todo un acierto".

Para los organizadores, el éxito de asistencia fue un "espaldarazo para mejorar más aún el próximo año". Respondieron desde el primer día hasta el último, y esto para Muñiz "siempre es digno de agradecer, hasta el extremo de que la plaza nos quedó pequeña el viernes y el sábado".

En Santullano, la calle Isla de Cuba se llenó ayer por la tarde de mesas para que los vecinos volvieran a celebrar, como acostumbran desde hace 130 años, las fiestas de Santa Filomena comiendo el bollu preñáu. Cada socio recogió los cuatro bollos y las tres botellas de vino que correspondían.

Esta sociedad de festejos presume, y con razón, de ser la más antigua de Oviedo después de la Cofradía de la Balesquida.