Una nueva manera de hacer política municipal, pero no siempre acertada. Representantes de varios campos de la sociedad ovetense coinciden en reconocer que la llegada del tripartito al Ayuntamiento ha supuesto importantes cambios en la línea política municipal, pero difieren profundamente a la hora de valorar tanto el recorrido de dichos cambios como el éxito que estos puedan tener a medio plazo.
Entre las materias en las que aprecian mayores diferencias de esta etapa con la anterior está la cultura. "Hay más vida cultural pese a losa económica que heredó el gobierno", sostiene el cineasta Gonzalo Tapia sobre unas apuestas que también son aplaudidas por el periodista Enrique Bueres. "Se nota un renacimiento de una cultura alternativa, eso sí, en pequeña escala", apunta frente a otros que no son tan positivos respecto a estos cambios. "El gobierno descuida la cultura profunda por otra con un carácter claramente populista", asegura la galerista Guillermina Caicoya. Otros piden más tiempo: "Hay intentos por cambiar muchas cosas instituidas y con el tiempo se valorará si el cambio es para bien o para mal", explica el presidente de la Asociación Lírica Asturiana "Alfredo Kraus", Carlos Abeledo.
Más crítico se muestra el profesor universitario y exconcejal de Foro, Andrés Llavona. "La ciudad empeoró en limpieza y se gobierna desde una clara posición de sectarismo", indica en contraposición de otros que creen que el cambio se quedó corto. "Creo que les ha costado ponerse en marcha, pues esperaba resultados más inminentes", apunta el músico Jorge Otero, que no obstante recuerda que "todavía queda mucho mandato".
Entre los más optimistas hay gente como la escritora Belén Suárez Prieto, que aplaude iniciativas muy concretas. "Los desayunos escolares fueron para mí el mayor acierto", defiende, mientras que otros destacan cambios en áreas. "Hay una nueva mirada que deja atrás la teoría del cerco Oviedo y apuesta por la capitalidad", opina el arquitecto Víctor García Madrid. El funcionario y activista ecologista Joaquín Arce ve "proyectos medioambientales interesantes, pero todavía pendientes" y el presidente de los libreros de Oviedo Leonardo Prado sólo aprecia "cambios concretos".
