"Madreñes y startups" fue el lema con el que se presentó ayer el primer "mercado híbrido" de productos ecológicos y empresas de tecnología en Las Mazas, a las afueras de Oviedo. En el evento de ayer la tecnología y el campo se dieron la mano con la intención de conseguir que los medios que ofrece hoy en día internet puedan empujar a un sector tan castigado como la agricultura y la artesanía.
La Freehouse, un vivero de empresas tecnológicas, puso su sede a disposición de una veintena de productores locales que, más allá de vender su género, se unieron a un proyecto pionero en Asturias: la creación de un "grupo de colaboración" que conecta a productores y artesanos con posibles consumidores a golpe de clic. A través de la página de "La Colmena", un proyecto de economía colaborativa que ya funciona en otras regiones y países, los productores anuncian sus artículos y los clientes pueden solicitarlos y recogerlos en la sede de la Freehouse, impulsora del proyecto. "Somos programadores pero no queremos perder el contacto con la tierra" confesó Daniel Suárez, fundador de la incubadora de empresas. Suárez señaló que su intención es ayudar al emprendedor, en este caso, al artesano. Para ello abre las puertas de su casa y ofrece sus conocimientos tecnológicos.
"Es una idea muy buena" comentó Gabriel Rodríguez que instaló su puesto de miel junto a José Manuel Otero. Algunas de sus dulces variedades viajan desde Pola de Lena, donde tienen ubicada la producción, a Estados Unidos o Alemania. Esperan que, a través de este proyecto, puedan ampliar su mercado en Asturias.
No es el caso de Javier Gutiérrez, un productor de fresas que relató que vende su cosecha en un radio de diez kilómetros de su casa, en San Román de Candamo. Se unió a la iniciativa porque conocía este tipo de proyectos en otras comunidades y buscaba algo similar en la región.
Lucía Fernández asistió al evento para presentar la nueva línea de productos ecológicos de su empresa de cárnicos. Ofrece "compango ecológico" y confiesa que la gente hoy en día busca lo natural en todo lo que come.
En la feria, no faltaron ni las verduras, ni la cerveza artesanal, ni el queso. Manu Fidalgo acudió con sus variedades de quesos de la región y calificó la iniciativa como "la mejor idea para dar vida al mundo rural".
