"No me gustan los diarios de 500 ó 600 páginas, son reiterativos". De ahí que Ovidio Parades centrase su primera incursión en el género en un periodo de tiempo de seis meses. El escritor, que habló ayer en "Las Tertulias del Campoamor" de su obra "Los días raros" (Ediciones Trabe), destacó que comenzó el diario "después de las pasadas navidades y lo terminé el día del cumpleaños de mi madre, el 13 de junio". Ante las preguntas de la también escritora Natalia Menéndez, Parades desveló que en aquel tiempo hubo tres circunstancias que fueron dando forma a sus textos: la enfermedad degenerativa de su madre, el pobre estado de salud de su gata Francesca y la mudanza que le llevó a un nuevo domicilio.

La condición de su progenitora interrumpió la rutina de ambos de pasear juntos, lo que produjo una sensación "angustiosa" en el autor, lo que se refleja en un diario. Las páginas de "Los días raros", tienen una temática variada que responde a las propias características del género diarístico. "Sabes lo que puedes contar hoy pero no mañana, porque no sabes lo que pasará mañana", explicó Parades en el salón de té del Campoamor. Algunas de las historias pasaron por la web antes de imprimirse como libro, con lo que el escritor pudo ir pulsando la opinión de sus seguidores, que le cubrieron de unos elogios que no afectaron, sin embargo, a la dirección que llevaba la obra. "Me halaga mucho pero no me condiciona", destacó el escritor, que ha publicado también varias novelas y colabora con distintas revistas y periódicos. Durante la tertulia desveló también que se impone a sí mismo un alto grado de exigencia y que es muy perfeccionista con su literatura: "Tardo tanto tiempo en escribir en una novela como en corregirla".

"Las Tertulias del Campoamor", una de las actividades con la que la Fundación Municipal de Cultura celebra el 125 aniversario del teatro, terminan el próximo miércoles con la visita, a las 20.00 horas, de la escritora Laura Marcos.