"Contemplad el milagro", invitó Adolfo Rivas, presidente de la Fundación Vinjoy al despedir a los niños y niñas de tres años que formaron parte del programa de atención temprana a personas con déficit auditivo y que esta tarde recibieron sus diplomas de fin de curso en el acto de graduación de la Fundación. "Los despedimos con un sabor agridulce porque forman parte de nuestra familia", comentó Rivas. Esta tarde le ha tocado decir adiós a 13 niños que llegaron al centro sin ningún tipo de audición y hoy pueden oír y expresarse. Una "milagro" fruto de la colaboración de las familias en los programas de recuperación de los pequeños que lleva a cabo el centro.

En el acto de graduación también recogieron sus diplomas los alumnos de Formación Profesional de Informática, la promoción de Técnicos Superiores de Mediación Comunicativa y los de Audiología Prótesica. Estas últimas áreas muy relacionadas con la atención que ofrece el centro a niños sordos y, que según ha destacado el director del centro, obtienen un alto grado de ocupación una vez que terminan sus estudios.