"Oviedo, como ya va siendo costumbre, ha dado la mala nota. Ni un solo policía municipal, ni una sola señal indicó a los corredores de la Vuelta Ciclista a Asturias, a su paso por la ciudad, qué camino a seguir. La pareja de escapados que cruzó las calles ovetenses, tuvo que hacer ejercicios de intuición para averiguar el itinerario urbano. Pero su ingenio y sus deducciones les sirvieron sólo en parte, y por muy poco estuvieron a punto de chafar sus esfuerzos con un grave despiste".