"¡Voy a matar al alguien, abrid esa puerta o la tiro abajo!". Ese grito amenazante fue el que despertó a una de las vecinas del edificio de la Plaza de Trascorrales que sufrió un ataque vandálico durante la madrugada de ayer, un suceso que se salda con tres jóvenes detenidos y una larga lista de daños en el inmueble y en el mobiliario de este espacio público del casco viejo. Después de las voces llegaron los golpes. "Uno de ellos no paraba de repetir que quería matarnos. Trató de abrir el portal a golpes, pero no pudo y lo intentó lanzando una papelera contra la puerta", explica la mujer, que prefiere mantener el anonimato "porque desgraciadamente este tipo de cosas nos pasan muy a menudo y tenemos miedo de que la tomen con nosotros".

Fue otro vecino del edificio el que avisó a la Policía. Eran las cinco y diez de la madrugada cuando dos dotaciones del cuerpo municipal se personaron en la calle Mon y lograron identificar a uno de los supuestos autores, que responde a las iniciales F. E. V. y tiene 21 años. En ese momento se produjo una situación determinante para el esclarecimiento de los hechos. Mientras la Policía se encontraba con F. E. V. aparecieron otros dos jóvenes y uno de ellos comenzó a grabar a los agentes con su teléfono móvil. Al percatarse, los policías le requirieron la documentación y le pidieron que les enseñase el contenido de la grabación, pero cometió un error. El joven -con iniciales I. R. L. R y 19 años de edad- les mostró un vídeo anterior en el que "se ve claramente" como el tercer joven -M. A. R. P., de 21 años- causa daños en una jardinera de la Plaza Trascorrales. En la grabación se puede observar como arranca un árbol, lo parte y esparce los restos por el suelo.

Los agentes comprobaron entonces que en la citada plaza se habían producido daños en dos jardineras y en el cristal de un ventanal de la primera planta de un inmueble en el que reside el vecino que denunció los hechos. Al parecer, los detenidos habrían extraído el cilindro metálico interior de una papelera y lo habrían arrojado contra la ventana de una de las viviendas, que tiene el cristal roto. "Está claro que esta es una zona conflictiva y que tiene que tener vigilancia continua", piden los vecinos.

Al comprobar que el valor de los daños producidos "es cuantioso", los agentes municipales procedieron a detener a los tres jóvenes. Según afirman los policía, uno de ellos (F. E. V.) ofreció "resistencia activa", por lo que los efectivos del cuerpo municipal se vieron obligados a reducirlo. Por otro lado, otro de los detenidos, I. R. L. R., presentaba heridas en los nudillos de la mano derecha y erosiones en el cuello y oreja. Según les explicó los agentes, las heridas son consecuencia "de una pelea que había tenido durante la noche".