En pleno barrio de El Palote, frente a la gran presa del mismo nombre que humedece los pies de la ciudad de León, en el Estado mexicano de Guanajuato, se han dado la mano México y Asturias para "soñar en grande". Se ha forjado una mezcla de sangre que rara vez fracasa y que, en apenas un año, ha conseguido levantar un monumento a la cultura de corte neoclásico en una zona de humildes casuchas y calles mal asfaltadas donde los perros andan sueltos. Es su misión regenerar esta área urbanísticamente deprimida al mismo tiempo que ayuda a regenerar la sociedad, con la filosofía como baluarte y el legado de Gustavo Bueno como arsenal. Casi nada.

Juan Antonio García, empresario mexicano hijo de emigrante asturiano -el mismo que tiene una escultura en la gran escalinata del edificio-, presentó ayer en sociedad su gran proyecto educativo: las magnánimas instalaciones que albergarán secundaria y bachillerato del Instituto Oviedo -centro educativo que inició su andadura en la ciudad mexicana hace unos años y cuya sede actual se ha quedado pequeña- y la Facultad de Filosofía de León, en alianza con la Fundación Gustavo Bueno e imbuida por el materialismo filosófico del pensador de origen riojano pero asturiano de adopción, fallecido el 7 de agosto de 2016, a las once y cuarto, misma hora que marcará para siempre un gran reloj en la nueva facultad mexicana, junto a un busto de Bueno. Todo un proyecto para "soñar en grande", como destacaron autoridades del Estado de Guanajuato en el acto de inauguración.

Se volcó la ciudad de León con la puesta de largo del nuevo edificio educativo, cuya construcción ha llevado un año y en el que hay numerosos guiños al hermanamiento astur-mexicano: están presentes tanto la Virgen de Guadalupe como la de Covadonga, por ejemplo. De hecho, Juan José Tuñón, todavía abad de Covadonga hasta que tome posesión como párroco de San Francisco de Asís, abrió los discursos de la inauguración, y resaltó "los vínculos que unen Covadonga con la hispanidad". Recordó "los estrechos lazos generados por la emigración asturiana" y manifestó: "Fe, pensamiento y cultura servirán para unirnos a ambos lados del océano". "Es un orgullo para Asturias la labor de una institución educativa que lleva el nombre de Oviedo", sentenció el abad.

Gustavo Bueno Sánchez, filósofo e hijo del gran pensador riojano, aplaudió, por su parte, la capacidad de impulso de Juan Antonio García. "Hace un año parecía imposible que pudiéramos estar aquí", expresó ante el numeroso público que congregó el acto de inauguración. Bueno describió el espíritu que conforma el programa de la Facultad de Filosofía de León. "El materialismo filosófico, cuyo arquitecto principal ha sido Bueno, pretende enfrentarse con la realidad del presente en toda su complejidad y que pretende ser domesticada por los tres grandes fundamentalísimos: religioso, político y científico. La facultad de León debe colaborar a que México y la filosofía en español tomen conciencia de la responsabilidad que tienen de conformar una visión del mundo que debe responder a que quienes hablamos español debemos defender que no somos una magnitud menor, no tenemos que estar siguiendo a otras realidades ajenas a nosotros", manifestó, antes de añadir: "Haciendo bien las cosas necesariamente en unos años se impondrá una labor seria, crítica, rigurosa, absolutamente independiente y respetando las realidades existentes".

La facultad, dirigida por Ismael Carvallo en contacto permanente con la Fundación Gustavo Bueno, irá creciendo en alumnos los próximos años. Además de la licenciatura presencial y los cursos cortos que ya está impartiendo, pretenden sumar la licenciatura a distancia. Igualmente han alcanzado un acuerdo de colaboración con la Universidad del Claustro de Sor Juana, de Ciudad de México. Merced al mismo, la facultad guanajatense tendrá presencia en la capital del país y, además, se impartirán en su nuevo edificio de León programas desarrollados por el Claustro de Sor Juana, que también es entidad universitaria de carácter privado.

Al acto de inauguración acudieron numerosas autoridades del estado de Guanajuato, como Luis Felipe Guerrero, rector de la Universidad de Guanajuato (pública), o Diego Sinue Rodríguez, secretario de Desarrollo Social y Humano del gobierno del estado de Guanajuato.

"Qué importante es pensar en grande, no quedarnos pequeñitos. Guanajuato y León tienen que pensar en grande. Este instituto está buscando una educación de excelencia, hay que aplaudirlo. El Instituto Oviedo, en los lugares donde ha tenido su residencia, ha cambiado su entorno. Con la excelencia, pensando en grande y educando, ha logrado cambiar el entorno donde se sitúa. Y esta zona requiere reconstruir su tejido social", recalcó Sinue Rodríguez. Un magnífico concierto de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato -que incluyó el himno de Asturias en su repertorio- sucedió a los discursos.

Previamente, por la mañana y en un acto de carácter más íntimo, el abad de Covadonga y fray Ángel Ruiz, superior general de la orden de los Siervos de María, en México, bendijeron las diferentes estancias del edificio. Entre ellas, una magnífica biblioteca que está por ultimar y que albergará más de 50.000 volúmenes. "Los filósofos deben estar rodeados de sabiduría", recalcó Juan Antonio García. No hay espacio en el nuevo Instituto Oviedo y Facultad de Filosofía de León donde no haya arte, y raro es el lugar donde no se aprecia el hermanamiento pretendido por el empresario asturmexicano entre España y México. Durante la bendición, Jimena Orejas Bueno, nieta del filósofo fallecido, hizo sonar una gaita con los compases de los himnos de Asturias, España y "Cuando fui a Covadonga".

Sonó el roncón asturiano en León, en el Estado mexicano de Guanajuato, donde a partir de ahora resonará el legado de Gustavo Bueno. Su hijo regaló a Juan Antonio Rodríguez, a modo de "reliquia", los apuntes hechos por el creador del materialismo filosófico para un discurso que precisamente iba a dar en el Instituto Oviedo en marzo de 2016. Pero Gustavo Bueno enfermó y nunca pudo realizar el viaje. Esas anotaciones para el discurso permanecerán guardadas ahora en el edificio que de la facultad de filosofía; una alegoría de lo que ha sucedido: de las palabras del filósofo ha nacido una gran obra en Guanajuato.