Mientras se acerca la jubilación de buena parte de los alumnos de la primera promoción de la Facultad de Medicina de Oviedo, la plantilla de profesores que formó a aquellos pioneros va achicándose de forma paulatina. Si el pasado mes de abril fallecía el catedrático de Pediatría Manuel Crespo, anteayer domingo llegó el turno de internista José Manuel Arribas Castrillo, quien llevaba tiempo aquejado de una grave enfermedad respiratoria. Tenía 81 años.

"Destacó sobre todo por una generosidad inteligente que facilitó el desarrollo de las especialidades médicas", subrayó ayer el neumólogo y también profesor jubilado Jaime Martínez González-Río en alusión al finado. Arribas Castrillo fue catedrático de Medicina Interna desde 1984 y, durante 32 años (1974-2006), jefe del Departamento de esta especialidad en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). A lo largo de 13 años dirigió el Departamento de Medicina de la Universidad de Oviedo. Dirigió 44 tesis doctorales.

El funeral de despedida fue celebrado en la tarde de ayer en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, de Oviedo. La misa fue presidida por su hijo mayor, José Manuel, sacerdote carmelita, quien estuvo arropado por otros diez curas. En la homilía, en la que se vio embargado por la emoción en varios momentos, definió a su padre como "un transmisor de conocimientos, de sabiduría, en beneficio de los demás". Entre los asistentes al oficio religioso figuraban numerosos compañeros del fallecido en la Facultad de Medicina y en el Hospital Central.

Con la muerte de Arribas Castrillo, desaparece uno de los referentes de la Facultad de Medicina de Oviedo. Juan López Arranz, exrector de la Universidad de Oviedo, se refirió al "triunvirato" de profesores que llegaron a Oviedo desde Valladolid en los primeros años 70 del siglo pasado. Vinieron de la mano de Antonio Pérez Casas, quien había sido designado decano comisario para poner en marcha la Facultad. Se refería López Arranz a sí mismo, a Arribas y al pediatra Manuel Crespo, recientemente fallecido.

"Arribas era muy humilde. Formó y promocionó a un montón de gente", subrayó López Arranz, catedrático de Cirugía Maxilofacial. El actual decano de Medicina, Alfonso López Muñiz, destacó que el fallecido "era un profesor excelente". "Era una persona buena y entrañable, y un profesional muy dedicado a los enfermos y a la enseñanza", enfatizó Enrique Martínez, catedrático y jefe de servicio jubilado en la especialidad de Cirugía General.

El Departamento de Medicina Interna de la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Covadonga, luego integrada en el HUCA, aglutinaba especialidades como neurología, nefrología o neumología, que más tarde irían adquiriendo autonomía y personalidad propia. En ese proceso, en el que siempre surgían tiras y afloja, el doctor Arribas desempeñó un papel preponderante junto a Celso Álvarez, fallecido en 2013.

En los últimos años, padeció una severa enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cuyos efectos se sumaban a los derivados de la precaria salud de su esposa, María del Carmen Suso, con la que tuvo cinco hijos. No obstante, todavía el jueves pasado asistió a la toma de posesión del oftalmólogo Luis Fernández-Vega Sanz como miembro de número de la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias, de la que también formaba parte.