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Los técnicos calculan emplear cinco años en reparar la estructura del Tartiere

La previsión es que las obras más urgentes se acometan en este 2017, con una inversión inicial del tripartito de unos 90.000 euros

Una vista aérea del Carlos Tartiere. J. R. S.

Los técnicos de la firma Ingenieros Asesores de Construcción que han detectado numerosos problemas en la estructura del Carlos Tartiere han propuesto al Consistorio un calendario de reparaciones que se extiende durante cinco años. La previsión es que las primeras actuaciones se ejecuten ya en este 2017. Serán las consideradas más urgentes y contarán con una inversión inicial de alrededor de 90.000 euros, según ha planteado el tripartito a la empresa que está redactando el proyecto definitivo y que estará listo este mismo verano.

Los problemas estructurales del Tartiere, desvelados la semana pasada por LA NUEVA ESPAÑA, obedecen, fundamentalmente, a una "inadecuada conservación durante sus primeros años de vida", según los técnicos municipales. Muchas de las lesiones son apreciables a simple vista y obligarán al Ayuntamiento a encargar una actuación en profundidad. Así, en las condiciones del contrato para la redacción del proyecto ya se especifica que "sin perjuicio de otras indicaciones que pudieran dictar los servicios municipales competentes", se ejecutarán "obras de reparación de todos y cada uno de los elementos estructurales del inmueble cualquiera que sea su ubicación". Así, se trabajará en la estructura de las vigas, pilares, muros, forjados de hormigón armado y prefabricado de los paneles de fachada, acero estructural, cerchas, celosías y tirantes de la cubierta, incluyendo los anclajes y las uniones. Lo que no está previsto es actuar sobre los elementos enterrados.

El coste del proyecto encargado a Rebollo Ingeniería es de 9.500 euros. Además de concretar las actuaciones que se consideren necesarias para reparar los desperfectos en el estadio, la firma también presentará un estudio en el que se determinarán los coeficientes de seguridad de los elementos afectados por la corrosión, como son, por ejemplo, los tirantes que hay en la cubierta. Además, como en las primeras inspecciones se ha dado con lo que parece un movimiento excesivo de las juntas de dilatación, los técnicos llevarán a cabo un seguimiento para determinar si son normales o si, por el contrario, obedecen a asentamientos o fenómenos similares.

La necesidad de reparar la estructura del Tartiere llega después de que el Consistorio se haya visto obligado a arreglar un hundimiento en un vial exterior del estadio. Fue provocado por un fallo en la construcción del inmueble, al usarse vigas que no estaban previstas en el proyecto original, según consta en los informes de los técnicos. Además, la cubierta tampoco se encuentra en las mejores condiciones, ya que presenta goteras que afectan a la grada y hay algunas localidades que se mojan cuando llueve.

Entre los problemas del Tartiere figura también el césped. Y es que la hierba del estadio municipal nunca ha llegado a estar del todo bien y las sucesivas mejoras que se han ejecutado no han conseguido erradicar estas carencias. La propiedad del club es partidaria de acometer una actuación en profundidad, que incluya el cambio del sistema de drenaje o la instalación de placas de calor como las que se ponen en el Santiago Bernabeu.

La sectorización, clave para la creación de una grada de animación, es uno de los temas que más preocupan al aficionado y que sigue pendiente desde el regreso del Oviedo al fútbol profesional.

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