El Día Internacional del Orgullo ha dejado su huella en la plaza de la Escandalera. Los bancos, pintados con la bandera arcoíris, símbolo del colectivo LGBTI, luce aún en todos y cada uno de los asientos de la plaza. ¿Hasta cuando? "Hasta que aguanten", indicaron desde el Ayuntamiento, aunque sí tienen previsto que vuelvan a su color marrón original cuando toquen las labores de mantenimiento. El arcoiris, en principio, no parece incomodar a los vecinos.
En la calle es otra cosa. Gastón Suárez esperaba ayer a sus amigos sentado en uno de los bancos y no dudó ni un minuto en dar su opinión sobre el tema: "me parece bien pero no lo considero algo estrictamente necesario". A medida que fueron llegando sus amigos, se fueron sumando al debate. "Creo que la iniciativa es postureo", afirmó Pablo Llaneza. Un argumento en el que ahondó su amigo Alfredo Díaz: "me parecería bien si se hiciese fuera de fecha pero si lo haces el Día del Orgullo LGBTI lo veo un acto de oportunismo político". Para Alfredo, los problemas del colectivo existen los 365 días del año por lo que defiende que los bancos deberían quedarse de ese color para siempre. No descarta tampoco representar otros colectivos y símbolos haciendo alusión a la petición de pintar los bancos de la ciudad con los colores de la bandera de España el Día de la Hispanidad, una solicitud que se inició ayer a través de la plataforma Change.org. a raíz de la celebración del Orgullo en Oviedo.
"Por mí que se queden así", declaró Aitana Fernández, que junto a su amiga, Lucía Rodríguez, está de acuerdo con este tipo de iniciativas porque consideran que el colectivo ha sufrido mucha represión y se debe concienciar a la gente y dar visibilidad al tema.
Sin embargo, esta joven de 23 años apunta a que la gente de su edad entiende el significado de la bandera pero quizá no ocurre lo mismo con la generación de sus padres o sus abuelos. Un argumento que corroboró Ángel de la Peña, que ayer por la mañana, al ver el estado de los bancos, le preguntó al dueño del bar donde suele parar si se había celebrado una fiesta de disfraces. Una vez aclarado el asunto, Ángel mostró una actitud indiferente. No le importa que los asientos de La Escandalera luzcan multicolor pero, con respecto a la petición que circula por internet de pintarlos con la bandera de España, se muestra más reticente y lo ve un acto más "radical".
