Alerta roja. El futuro de las fiestas de los barrios ovetenses corre peligro si el Ayuntamiento no facilita su celebración. Esa es la advertencia de varias comisiones organizadoras que ayer mostraron su preocupación por las dificultades para lograr todos los permisos municipales y por la "rigurosa aplicación" de la normativa que llevó a la Concejalía de Seguridad a suspender la primera jornada de las fiestas de San Pablo de la Argañosa, por deficiencias en la documentación de siete barracas infantiles.
El temor de los organizadores es tal que en casos como las fiestas de San Antonio de Colloto se ha decidido retrasar su celebración tres semanas. "Visto lo visto, queremos asegurarnos de que llegamos a tiempo para cumplir todo lo que se nos pide", explica el presidente de la comisión, Luis Miguel Suárez, que se decantó por trasladar los festejos previstos para el próximo fin de semana al último de este mes, salvo la procesión, que se mantiene para el día 9. "Otros años hacíamos los trámites con diez días de antelación y era suficiente, pero al ver los problemas que hay preferimos dar mayor margen", apunta un Suárez que advierte de los peligros de tanta traba. "Organizar una fiesta es un sacrificio tal que en estas condiciones tienden a desaparecer", alerta.
Algo de "manga ancha" es lo que piden desde la asociación de vecinos de Las Campas, que vieron como una comida vecinal prevista para el pasado sábado recibió la autorización apenas 24 horas antes. "La obligación de los trámites telemáticos está provocando desmadres para cumplir los trámites", indica el presidente de la comisión, Luis Miguel Gómez, que también lamenta las crecientes fianzas. "Al menos, deberían conceder las subvenciones con tiempo para estos gastos", apunta Luismi Fernández, responsable de las fiestas de San Juan de La Corredoria.
"No somos empresas especulativas", señala Ramón del Fresno, que asegura estar "en vilo" de cara a la celebración de las fiestas de Montecerrao que comienzan el día 20 de este mes. "Hace falta más colaboración colectiva", indica, pidiendo una mayor implicación municipal para unas fiestas que, asegura "podría organizar el propio Ayuntamiento de Oviedo".
Otros, como Marcos Batista, miembro de la comisión de las fiestas de San Roque, en San Claudio, reconoce que los trámites son en ocasiones demasiado farragosos. "Se necesitan ocho informes de diferentes técnicos", apunta antes denunciar los fallos de la tramitación telemática. "Esta semana intentamos mandar los documentos y se cayó el sistema", censura Batista.
