"Era un entorno rural pero eso no quiere decir que no hubiese un núcleo de población y que la romanización no fuese plena". El arqueólogo Rogelio Estrada, que participó ayer en el simposio internacional sobre el origen de Oviedo organizado por la Fundación Municipal de Cultura y la Universidad de Oviedo, no duda del pasado romano de la capital del Principado. El arqueólogo apuntó que el espacio que hoy ocupa la capital del Principado y los terrenos que la rodean pudieron haber sido utilizados en la Tardoantigüedad para situar "una instalación de tipo viario" que "no tendría una gran entidad" pero que sería, en todo caso, "anterior a la época medieval". "Se escoge este lugar porque tiene unas condiciones extraordinarias. Tiene manantiales de agua y la altura permite ejercer un control sobre las rutas que venían del sur y las que atravesaban Asturias de este a oeste", señaló el arqueólogo en el edificio histórico de la Universidad de Oviedo.

Para dar soporte a sus conclusiones, Rogelio Estrada esgrimió los trabajos que realizó durante la ampliación del Museo de Bellas Artes. El estudio del solar llevó a descubrimientos como la fuente de La Rúa, datada entre mediados del siglo III y principios del siglo V. "La romanidad de la construcción no ofrece dudas", señaló el experto tras explicar que el análisis del canal labrado en el suelo, de unos ocho metros de largo, permite deducir que en torno a él habría una estructura "similar a la que tenemos en Foncalada".

La fuente tendría una plata rectangular y tomaría agua de un manantial. La falta de evidencias de la existencia de un depósito, además, permite rechazar un carácter vinculado a la utilidad pública. "Estaría relacionado con el culto a las aguas, que tiene un carácter eminentemente rural, encajaría con lo que era la zona en la época y tendría un marcado carácter ritual", indicó.

En el solar, además de otros elementos que hacen referencia a periodos históricos posteriores como la Edad Media, fueron hallados también halladas otras huellas del imperio romano. Entre ellos, Rogelio Estrada destacó varias monedas, que podrían haber sido acuñadas en la zona del Ebro y que se utilizaban para "pagar a la soldada". Un indicativo, a juicio del arqueólogo, que explicaría el paso o la estancia durante un periodo de tiempo indeterminado de destacamentos militares: "La presencia algún tipo de acantonamiento, en una zona que aporta además una gran visibilidad, es la única explicación posible". Más allá de la ciudad, señaló, también, existen diseminados por todo el municipio otras excavaciones que permiten "rastrear de forma indudable la presencia romana".

Una teoría que, aunque mayoritaria, choca con los estudios realizados por otros profesionales. La jornada de ayer, de hecho, estaba llamada a acoger un debate que finalmente no se produjo. "Es una pena que los ponentes que se iban a sentar a debatir no estén presentes", había señalado Rogelio Estrada, antes de comenzar su ponencia, en referencia a César García de Castro y Sergio Ríos. Estos últimos, no acudieron al simposio y la organización del evento aludió a "motivos personales" para justificar la ausencia de los arqueólogos, que rechazan que la fundación de Oviedo esté relacionada con la expansión del imperio romano por la península Ibérica.

En un trabajo adelantado por LA NUEVA ESPAÑA, César García de Castro esgrimen, por ejemplo, que la fuente de La Rúa puede ser fruto del reciclaje de piezas elaboradas en la Tardoantigüedad y que se trasladaron después a la ciudad para utilizarlas en una nueva construcción.