La asociación de Amas de Casa de Asturias "Santa María de Covadonga" cumplió recientemente medio siglo de vida, y, además, lo hizo gozando de una salud excelente.
El 23 de junio de 1967 celebraron el acto oficial de constitución en el salón de actos de la Obra Social y Cultural de la Caja de Ahorros de Asturias, en Oviedo, que estaba repleto de asistentes. El evento fue todo un acontecimiento social en la época, que LA NUEVA ESPAÑA recogió convenientemente en sus páginas, porque se trataba del primer colectivo femenino que saltaba al ruedo, en pleno franquismo, para defender los derechos y reivindicar el papel en la sociedad de los años sesenta del pasado siglo, de las mujeres que estaban al frente de sus hogares.
Sus objetivos, para la época, no podían ser más ambiciosos: cursos de arreglos caseros, socorrismo, tapicería, decoración, economía doméstica, transporte escolar, ayuda familiar, establecimiento de un servicio de reparaciones en el hogar nutrido por jubilados que se encontraran en aptitud de desempeñar tales trabajos y la fundación de clubs juveniles, entre otras iniciativas.
En cierta manera, fueron unas adelantadas a su tiempo, porque entre sus objetivos también estaban algunos que situaban a este colectivo en vanguardia, como el análisis de la política de precios, la divulgación de temas dietéticos, guarderías infantiles, residencias para personas mayores y, en un último plano, algo fundamental como es procurarse las fórmulas adecuadas para la consecución de un mutualismo laboral que defendiera a las amas de casa.
Desde entonces, no pararon, aunque, eso sí, tuvieron que hacer frente a un fuerte temporal del que supieron salir airosas. En el año 2012, en plena crisis económica, les fallaron las ayudas pero recibieron el respaldo solidario de las delegaciones, que les dejaron dinero a fondo perdido. Eso les permitió salir adelante. La cuota que pagan las 6.540 asociadas, poco más de un euro al mes, no da para mucho.
La activa presidenta de este colectivo desde el año 2008, María Josefa Quiroga, una trubieca que está dedicada en cuerpo y alma a este proyecto resume en una sola frase el secreto de longevidad de esta asociación: "Supimos ir adaptándonos a las necesidades e inquietudes de los nuevos tiempos". Ella es la quinta presidenta. La primera fue María Josefa del Riego, que estuvo seguida por María Jesús Rodríguez, Begoña Eguren y Menchu Noval.
"Inicialmente nos dedicábamos exclusivamente a las necesidades de las amas de casa, pero con el paso del tiempo nos dimos cuenta de que teníamos que centrarnos también en un tema tan importante para las familias como es el consumo; y por eso pasamos a llamarnos Asociación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios 'Santa María de Covadonga'", explica.
El cambio implicó una gran actividad que se tradujo en la organización de cursos de todo tipo en las diferentes delegaciones, una treintena, desde los de Internet a los de encaje de bolillos, pasando por los que profundizaban en la cláusula suelo, en el consumo responsable y también en el sector de los seguros, entre otros.
"Siempre acuden muchas asistentas a todos los cursos, lo que nos anima a continuar trabajando en la misma línea, porque con su presencia nos vienen a decir que vamos por el caminos adecuado", resume.
Y como este colectivo quiere continuar dando pasos firmes, para que sean duraderos en el tiempo tienen también un abogado al que las asociadas pueden consultar los diferentes problemas que les plantea la vida cotidiana, y que también imparte charlas sobre los temas de actualidad que más les preocupan.
Además, y como prueba del reconocimiento del que goza la Asociación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios Santa "María de Covadonga", el colectivo está presente en el Ayuntamiento de Oviedo dentro de la comisión de Consumo, en la Junta de Precios del Principado y en la de Juego, entre otras.
Y todo esto sin prácticamente ayudas económicas, a excepción de las que reciben del Principado de Asturias y en menor medida del Ayuntamiento de Oviedo, aunque en este último caso les cedió un local en La Corredoria que les sirve de sede y donde realizan diferentes actividades.
Además, en la sede, la secretaria técnica del colectivo, Ana María Vélez, atiende a las asociadas todos los días laborables desde las 11.00 a las 13.00 horas, para dar solución a las cuestiones de toda índole que le plantean.
Unas socias, además, a las que les gusta implicarse en la dinámica de la Asociación. "Son muy participativas, acuden mayoritariamente a todas las convocatorias, y en general se implican mucho en todo lo que hacemos", destaca María Josefa Quiroga.
El futuro y la renovación de las asociadas tampoco se plantea como un problema. En este aspecto el colectivo parece que tiene el horizonte despejado, porque cada vez más son las mujeres, sobre todo a partir de los cuarenta años que es cuando empiezan a tener menos cargas familiares, las que se implican en este proyecto por el atractivo que tienen todas las actividades que realizan. Otro de los secretos de su pervivencia en el tiempo es que nunca se quisieron implicar en ningún proyecto político. Resumiendo, que las amas de casa van por libre.
