Las consecuencias del atasco en la tramitación de licencias municipales llegan hasta la barra del bar. Algunos hosteleros aseguraron ayer a este diario que la demora en la obtención de permisos de apertura y obras sitúan al sector en una "situación de inseguridad jurídica" que se sostiene "en la pasividad de la Policía Local", pero que alertan que podría estallar en caso de producirse algún incidente grave.
Las quejas del sector se suman a las de los constructores, que como ayer publicó LA NUEVA ESPAÑA mantienen al menos ocho promociones que suman un total de unas 250 viviendas nuevas para lizadas desde hace más de un año por el atasco de Urbanismo. "La situación de las licencias es lamentable", reconoce un empresario que prefiere guardar el anonimato ante el temor a posibles represalias, que denuncia la existencia de muchas obras ya terminadas en los establecimientos hosteleros que llevan hasta un año esperando a recibir el pertinente permiso municipal. "Se permite iniciar los trabajos, pero una vez acabados la licencia sigue sin llegar y si pasa algo podríamos enfrentarnos a consecuencias legales", apunta.
Tampoco se libran en este caso los empresarios que aspiran a abrir un negocio nuevo y solicitan una licencia de apertura. "Existen casos de largas esperas y son los más sangrantes porque no puedes tener un negocio esperando dos años para abrir con los gastos que ello conlleva y si abres sin el permiso te expones a duras sanciones", sostienen.
De todos modos, la sensación que transmiten varios representantes del sector es que "el limbo legal" es algo que está aceptado tanto por los solicitantes como los encargados de conceder las licencias. "Como casi todo para lo que necesitamos licencia está en situación irregular los policías municipales están bajando la presión y sólo actúan en casos en los que existe alguna denuncia", apuntan, dejando claro que no están contentos con este panorama. "Lo que queremos es poder cumplir la legalidad a rajatabla, pero actualmente y según está el Ayuntamiento no nos dejan", advierten los afectados por las demoras en las licencias.
Sobre las causas del atasco, los afectados apuntan directamente a los cambios de organización realizados desde la llegada del tripartito al gobierno y a la imposición de que la mayoría de los trámites se hagan de manera telemática. "Si llevas la documentación en papel los trabajadores municipales te lo agradecen porque según explican el sistema informático es un auténtico caos", aseguran los solicitantes, que también dicen apreciar descontento entre el personal tanto por la sobrecarga de trabajo como por la falta de reconocimiento. "Cuando cambió el gobierno recibieron acusaciones de haber dado el visto bueno a ilegalidades de los gestores anteriores y algunos lo encajaron muy mal", apuntan.
Los empresarios quieren dejar claro que su descontento se limita únicamente a las grandes demoras que tienen que padecer, pero reconocen que los funcionarios se entregan "en cuerpo y alma" a su labor. "En general son gente trabajadora y solidaria", defienden. No obstante, creen que el principal problema que se detecta a la hora de tramitar un permiso es la falta de centralización de algunos servicios de la administración local. "Hay una clara falta de coordinación entre áreas", explican acerca de una deficiencia que instan a resolver con la designación de "interlocutores" que coordinen las solicitudes.
