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Vidas perdidas en la playa de La Isla

Álvaro del Portillo se salvó al cambiar a última hora el plan de navegar hasta Ribadesella

La playa de La Isla. ANA PAZ PAREDES

El trece de agosto de 1908 fallecieron ahogados en la playa de La Isla José Antonio Victorero Isla y Rafael Quirós Isla, jóvenes pertenecientes a destacadas familias de Colunga. El segundo era hermano del que sería santo y seña de la psiquiatría en Asturias durante muchas décadas, el doctor Pedro Quirós. Los funerales por ambos tuvieron lugar en la localidad colunguesa el día 21 de aquel agosto. En la iglesia parroquial se registró una aglomeración sin precedentes.

Cuando habían transcurrido 23 años, en 1931, también en el mes de agosto, en concreto el día 16, se repetía la tragedia al perder la vida los hermanos José y Tomás Flórez López-Villamil miembros de una conocida familia ovetense,

Fue un suceso de resonancia regional al que la prensa dedicó amplios espacios. En la mañana de aquel domingo partían de Oviedo dos coches de las familias de José y Tomás, otros familiares les esperaban en La Isla donde veraneaban, entre otros, Maruja López-Villamil, esposa de Carlos Tartiere, su madre Ramona y su tía Telmita. La reunión familiar en la playa de La Espasa iba a coincidir con el aniversario de la muerte del padre de José Flórez y el padre político de este Celestino García de la Noceda, otro ovetense destacado.

Un golpe de mar arrebató hacia dentro a Tomás. Su hermano José que presenciaba la situación se arrojó a las aguas a rescatar al naufrago pero víctima de un colapso falleció igualmente.

El suceso conmocionó a toda la región asturiana por tratarse los fallecidos de una de las familias más arraigadas en el mundo empresarial y la vida social del Principado.

Se celebraron las exequias por José en Oviedo -Luis seguía desaparecido-rodeadas de gran expectación.

El pueblo de Colloto y los obreros de la fábrica de cervezas "El Águila Negra", de la que era delegado el difunto, tuvieron un gran protagonismo. Se da el caso de que los dos hermanos López-Villamill eran destacados nadadores formados en las Universidades de Estados Unidos.

Otro suceso destacado fue el protagonizado por el sacerdote Álvaro del Portillo, que llegó a ser el prelado del Opus Dei. Del Portillo nació en Madrid el 11 de marzo de 1914, (la terminación de año en 4 sería una constante en acontecimientos de su vida), unos meses antes de estallar la Primera Guerra Mundial. Sus vivencias en las barriadas que rodeaban Madrid y la hambruna derivada de la guerra civil le encaminaron hacia el Opus Dei, donde se integraría a partir del 25 de junio de 1944.

La Obra había sido fundada por José María Escrivá de Balaguer el 2 de octubre de 1928. En 1975 Álvaro fue proclamado Prelado en sustitución de Escrivá. Murió en 1994 y en 2014 fue beatificado.

En su adolescencia Álvaro del Portillo veraneaba en La isla. Corría el año 1931, según su biógrafo, Salvador Bernal, que relata el suceso de forma diferente a como lo hizo la prensa asturiana. Bernal cuenta lo siguiente: "había quedado un día en salir con unos amigos de excursión en una motora.

Pensaban hacer la travesía hasta Ribadesella. A última hora, no recordaba el porqué, Álvaro del Portillo decidió no ir con ellos. Se desencadenó de improviso una galerna en el Cantábrico. Antes de conseguir volver al puerto, naufragó la endeble barca y se ahogaron todos, excepto uno, el más joven, que logró subir a la orilla a pesar de la fuerza de las olas". Después de sesenta años aún permanecía inalterable en la retina del sacerdote aquella oportuna renuncia a subirse en la motora, gracias a la cual salvó su vida en aquel verano de 1931.

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