A falta de mar, las fiestas de la virgen marinera, la del Carmen, se celebran en el río. En Soto de Ribera, en el pantalán estrenado hace un año en el remanso que propicia la presa de la central térmica, el club de piragüismo La Ribera Oviedo Kayak cumplió ayer con su misión divulgativa. " "Es simplemente una toma de contacto con este deporte", dice David Ruiz presidente del Club, mientras un grupo de niños intenta hacerse con el control a las piraguas. Algunos de ellos ya habían probado durante los cursos de quince días que ofrece el club en Soto de Rey.

Los padres de los niños observaban desde el puente al monitor, Jorge Ruiz, y a los proyectos de piragüistas que se alejaron hacia la zona que menos cubría de esa zona del río, entre un metro y cuarenta centímetros. Los padres de Sergio Otero Pérez sacaron fotos para inmortalizar la primera vez que su pequeño subía a una piragua. Sergio estaba muy ilusionado y contento con la experiencia cuando se bajó de la canoa. "Estaba emocionado, ayer se acostó hasta nervioso. Es un niño que le gusta probar nuevos retos" afirmaron sus padres Rafael Otero e Isabel Pérez que viven en Ferreros. Paula Estrada y su hermano Nicolás llevan dos semanas practicando y dominan bien la técnica. "Es una forma de hacer amigos nuevos", dicen al volver a tierra. Asimismo, Miguel Prieto también lleva dos semanas sobre la piragua. Para su padre, Miguel Prieto, se trata de un deporte minoritario y señala que "es bueno que saquen una pequeña cantera". Clara González, madre de Irene y Paula Cueto, comenta que fue una casualidad que se apuntaran: "Nos pusimos en contacto con el Club a ver si organizaban alguna actividad para el verano y nos comentaron estos cursillos. Ellas están encantadas, la próxima semana nos vamos de vacaciones y pero quieren seguir con el piragüismo". Al bajarse en el embarcadero todos los niños avisaban a sus padres: "El próximo año volvemos".

Este es el segundo año que se celebra este evento deportivo durante las Fiestas del Carmen. "Desde que la fiesta se retomó y nos lo propusieron gustosamente colaboramos. El año pasado también fue un éxito. Es una actividad que tiene mucho tirón, la verdad que no es nada competitivo. Lo único que pretendemos es que los chavales se diviertan encima de la piragua" afirmó David Ruíz. El cursillo fue gratuito para todo aquel que quisiera participar y duró dos horas.