La Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo inició el jueves las investigaciones para determinar si los dos jóvenes que subieron una foto a las redes sociales mofándose de Miguel Ánbel Blanco incurrieron en un delito de descrédito, menosprecio o humillación a las víctimas terroristas, que podría llevarles a rendir cuentas ante la Audiencia Nacional.

La Benemérita llamó a declarar ese mismo día al hombre de 26 años y la mujer de 20 que en la noche del miércoles, ya de madrugada posaron justo delante de la pancarta colgada en el Ayuntamiento para conmemorar el 20 aniversario del asesinato a manos de ETA del concejal vasco, con una pose en la que simulaban apuntarse a la sien con una pistola, que posteriormente compartieron en las redes sociales. Fuentes del propio cuerpo recuerdan que además del gesto de la imagen iba acompañada por el mensaje "¡saluda al cielo! y un emoticono con forma de revolver.

Las diligencias abiertas por la Guardia Civil, que decidió actuar de oficio tras comprobar la amplia difusión de la fotografía en los medios de comunicación social, se suman a la investigación iniciada por la Fiscalía, que también estudia si los hechos pueden ser constitutivos de un delito de odio y/o menosprecio o humillación a las víctimas de los delitos terroristas. El cuerpo sostiene que una vez que el Grupo de Información de la Comandancia de Oviedo finalice la instrucción de las diligencias éstas serán remitidas al Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional en funciones de guardia.

Cabe recordar que los dos implicados trataron de rectificar su comportamiento y pedir disculpas una vez que fueron conscientes de la repercusión de la fotografía, que permaneció colgada en la red apenas 20 minutos. Tiempo más que suficiente para que fuera compartida por miles de personas y los protagonistas comenzaran a recibir numerosos mensajes de personas reprobándoles su comportamiento e incluso insultándoles.

En el caso del joven, habló incluso con este periódico para tratar de aclarar lo sucedido y pedir perdón por el daño ocasionado. "No soy proetarra. Cometí el mayor error de mi vida", declaró a LA NUEVA ESPAÑA el investigado, que aseguró estar destrozado por las consecuencias derivadas de los hechos. "Lo hicimos sin más, no pensamos en la repercusión ni en las consecuencias que podía traer", explicó acerca de un suceso que, según apuntó tuvo lugar después de tomarse unas cañas, "algunas más de la cuenta", y también quiso dirigirse directamente a los familiares de la víctima de su mofa. "Quiero pedir disculpas a todos los que haya ofendido, a las víctimas del terrorismo y a la familia de Miguel Ángel Blanco", sostuvo este hombre de 26 años que también trató de justificarse diciendo que desconocía el significado de la pancarta porque no suele ver la televisión.