El gobierno tripartito de Oviedo salió ayer al paso de las declaraciones del portavoz del PP Agustín Iglesias Caunedo en las que achacaba el colapso del sistema de tramitación de licencias a la mala gestión del edil de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo (Somos), asegurando que durante la etapa de los populares en el gobierno se llegaron a conceder licencias de apertura de establecimientos hosteleros con cinco años de retraso.

Fuentes de la administración local dicen comprender que los empresarios "estén preocupados" por el atasco en la tramitación de licencias, pero aseguran que la situación "está mejorando" hasta el punto de que sostienen que los plazos para conseguir una licencia de apertura de un establecimiento hosteleros oscilan entre los tres y cuatro meses. "Cuando gobernaba el PP se hablaba de años y ahora son meses", señalan.

Las mismas fuentes sostienen que existen pruebas documentales que demuestran que la situación, al menos en lo que respecta a permisos para la hostelería, era mucho peor a mediados de la década pasada que en la actualidad. "En 2004 abrió las puertas un bar que tuvo que esperar por la licencia de apertura hasta el año 2009", indican sobre un establecimiento ubicado en La Corredoria.

El tripartito asegura que no pretende con estos datos "escurrir el bulto", sino que sólo busca responder a las críticas de un PP que, según indican, "dejó un erial legendario en el área de licencias", que los gobernantes actuales dicen estar tratando de solventar. "El desastre de 24 años de gestión no se arregla en dos", apuntan al mismo tiempo que dejan claro que "existe todavía mucho margen de mejora".

Desde que LA NUEVA ESPAÑA publicara hace una semana la existencia de atrasos de más de dos años en la tramitación de las licencias, diferentes fuentes del gobierno admitieron la existencia de problemas de demoras, pero insisten en achacar los mismos a la escasez de personal.